El botón rojo ¿señal de alarma o guerra?
El presidente de Estados Unidos parece guiarse por las redes, y aceptar la realidad que al principio se pensó que la incursión rusa en Ucrania sería algo fácil de resolver.
Sin embargo, Joe Biden no pensó en los grandes capitales que florecen durante truenan los cañones en medio de los conflictos bélicos.
La industria de la guerra, sus ejecutivos, ya conocían de la templanza del líder ruso, un hombre formado en la KGB, la seguridad rusa, y que a diferencia de Mihail Gorbachov, no busca ser reconocido por premio alguno.
Moscú ahora perturba el sueño de los líderes de occidente, tras comprobarse que el acto de sabotaje contra el gasoducto que conectaba con Alemania, no tenía el sello ruso.
Los cielos y praderas brillarán en caso de que uno de los dos grandes se decida por accionar el botón rojo, dando así inicio a una confrontación mundial y con un parentesco al de la segunda gran guerra.
Antes una pequeña nación, Polonia ahora otra que al igual que la primera, buscó la sombra de Estados Unidos, pues los ingleses les fallaron cuando fue agredida por los alemanes.
Es probable que un posible accionar, en caso de masificación del conflicto ruso-ucraniano, no tenga en cuenta las debilidades de algunos países de la UE, pues, incluso, Francia podría sumarse al coro, pero, ¿cuál es su poder de fuego?
El riesgo mayor para quien tome la iniciativa de pulsar el botón rojo será preguntarse, ¿quiénes están conmigo y quiénes contra mi?
Mientras los países del otro lado, Asia, en la distancia dan la impresión de ser territorios apache, al igual que el mediano y cercano oriente.