El mundo puesto de revés
El mundo se sacude, y sus vueltas parecen ir de revés. Primero, la pandemia del COVID-19 sacudió los cimientos terrenales. Naciones en pánico, un temor convulso y confuso, del que todavía no salimos.
Ahora, cuando todo parecía tomar su rumbo, el mundo vuelve a sacudirse. Rusia invade Ucrania, rezan los titulares de los principales medios de comunicación a nivel mundial y el terror vuelve a sobrecoger, envolver como una fina telaraña, las entrañas de la Tierra.
Todo es comprensible, desde el lógico temor por el futuro, hasta el irracional miedo a una confrontación nuclear, que muchos vaticinan, pero nadie afirma.
Sin embargo, pocos se detienen a pensar y analizar en las terribles consecuencias que han devenido de distintas invasiones realizadas todas por la gran nación del Norte. Estados Unidos, país guerrerista y sin fronteras, que desde su formación como Estado, no ha dejado de intervenir en las políticas de otras naciones. Vecinas y lejanas y nadie dice nada. Al contrario, se aplauden sus acciones.
Corea, Vietnam, Irán, Cuba, República Dominicana, Afganistán, Europa completa durante la Segunda Guerra Mundial, por solo mencionar intervenciones fisicas. ¿O es que al ser humano se le ha perdido la capacidad de la memoria histórica?
Biden inició la provocación, con declaraciones desacertadas, sí, ese mismo Biden que proclamaba ser pacifista, ahora se ha vuelto un guerrero de capa y espada a despecho de Ucrania. No será que el uranio que contiene en sus entrañas la nación europea, que una vez perteneció al Bloque denominado Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, tiene preocupado al flamante mandatario norteamericano.
Lo cierto es que el silencio cómplice de las naciones que componen la OTAN , ONU y todo el orbe, asiste tranquilo y sin problemas a las intervenciones norteamericanas y tiembla de miedo ante las amenazas rusas. Y que conste, no tomo partido por ninguna de las dos naciones y sus gobernantes, es simplemente, que para uno todo es muy bueno, mientras para el otro, todo es malo.
El mundo está puesto de revés, cunde el pánico y la situación mundial empeora cada día, ¿qué vendrá ahora? Esperemos.