El Perú responde a la traición presidencial
La presidenta de Perú se tambalea de extremo a extremo, y sus columnas formadas por los militares golpistas y la extrema derecha, se estarían moviendo en alejarla del mando.
Al prestarse a servir de marioneta a quienes derrotaron al presidente Pedro Castillo, Dina Boluarte olvidó el poder del pueblo que la hizo de ella la vicepresidenta de Perú, del Perú que hoy repudia de extremo a extremo su traición.
Aún siendo un prisionero del poder, el presidente Pedro Castillo, no ordenó que los militares dispararan contra el pueblo que decidió llevarlo a gobernar, y sin embargo, usted está sembrando de muertes a su país, señora Dina Boluarte.
Recién ha hecho su llegada a Perú una comisión internacional para investigar, no los abusos y los crímenes de los militares, sino para garantizar bienes y propiedades de interés para el imperio.
Dina Boluarte debe entender que no es ella quien toma las decisiones, sino los expertos que manejan las fichas del ajedrez.
Mientras termina la cocción que se hace a la traidora Dina Boluarte, surge la interrogante, ¿ignora ella su destino final?