En el caso ‘Quirinito’: ¿Hay “gatos entre macutos”?

Ni la Policía halla su tumba

SANTO DOMINGO, R.D.- En el caso de Alejandro Castillo Paniagua (Quirinito), delincuente condenado a 20 años de prisión por homicidio y sobrino del reconocido narcotraficante Ernesto Paulino Castillo (Quirino) parece que hay “gatos entre macutos”.

Nadie sabe, con certeza, dónde está “Quirinito”, desde que salió de la cárcel, tras ser favorecido por una jueza de San Francisco de Macorís, que le varió la prisión carcelaria a domiciliaria.

Es un caso muy raro, pues ha surgido la información de que ni siquiera los parientes de “Quirinito” saben el lugar donde “enterraron” su cadáver.

Ahora, el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, dice una cosa y el jefe de la Policía, Ney Adrian Bautista Almonte, afirma otra 

El Procurador dice que el caso está “muy adelantado” y que dará “repuesta satisfactoria a la luz de la verdad”, pero todavía no sabe si “Quirinito” está vivo o muerto.

El jefe de la Policía ha dicho que no puede dar mucho detalle sobre el caso, para no dañar las investigaciones, pero adelantó que no encuentran “ni el cuerpo ni la tumba” de “Quirinito”.

Y Bautista Almonte, que es un investigador fino, hizo su afirmación, con una sonrisa ‘pícara’ en sus labios.

Deja mucho que decir, y en cierto modo crea suspicacia, el hecho de que siendo “Quirinito” una persona tan peligrosa, vinculada al crimen organizado, lo enviaran a su casa, dizque por enfermedad, a cumplir una condena de 20 años por homicidio. Eso, por un lado.

Por otro lado, el ministerio público no reaccionó, se quedó mudo, mientras que el flamante presidente de la Suprema Corte de Justicia, no dijo “ni pío”

Pero, lo más curioso del caso es que el pueblo y los medios de comunicación se enteran, primero que el Procurador, de la “muerte” o “desaparición” de Quirinito.

El caso Quirinito tiene “cocorícamos”, está “raro”, parece que hay “gatos entre macutos”. “Desaparece” o “muere” y las autoridades no dicen nada, ni  si quiera se enteran de su destino, hasta que la noticia es publica.

Se supone, que alguien tiene la obligación de vigilar la conducta de los reclusos privilegiados, que son sacados de una prisión y enviados a su casa, sin importar su peligrosidad, como este caso.

El Procurador debe aclarar, en sus “investigaciones”, si el caso de “Quirinito” y el traslado a su casa, realmente, forma parte del acuerdo electoral que trajo al país a Quirino Ernesto Paulino Castillo, que inmediatamente tocó suelo, lanzó una serie de ataques despiadados contra Leonel Fernández.

Desde hace tiempo se ha dicho que el ideólogo de esa campaña y de haber traído a “Quirino” al país fue, nada más y nada menos, que el corrupto publicista y asesor electoral de presidente Danilo Medina, el brasileño, socio de la Odebrecht, Joao Santana.

El caso de “Quirinito” es algo, que en cualquier país del mundo, menos en República Dominicana, tuviese temblando a la cúpula del Poder Judicial y del ministerio público.

¿Cómo es posible que este delincuente, tan peligroso, primero sea enviado a su casa, a cumplir una condena de 20 años por homicidio, y segundo, haya “muerto” y las autoridades no fueron notificadas por sus familiares y abogados?

 ¿Cómo es posible que los familiares de “Quirinito” no conozcan el lugar exacto o la ubicación de nicho?

Como dicen por ahí, cuénteme una de vaqueros, porque ese, no lo puedo creer.