En La Esperanza, de Villa Mella, exigen arreglo de sus calles y agua potable
En la tranquilidad de la sombra de un copioso jobo, aunque con un agobiante calor, al final de un callejón, nos reunimos para conversar sobre derechos humanos y de la situación de su sector La Esperanza, en Villa Mella, municipio Santo Domingo Norte.
Isidra Alcántara (Nina), nuestra coordinadora, había invitado a sus vecinos y familiares.
Su madre Doña Elena, Esther su hermana (La Rebelde), «La Negra» , Doña Isabel Cuevas, Gabriela Evangelista, la señora Muñoz y la más activa, Sendic de Alcántara.
También intervino Frank Alcántara y Berto Rivas.
Lo mejor es que la gran mayoría eran mujeres y la responsable de formar la célula de trabajadores y desempleados fue Esther Alcántara.
Este grupo es parte del esfuerzo de nuestro Luis Santana, quien tuvo que salir para Bonao ante un quebranto de salud de su querida madre.
Uno de los principales problemas de los ciudadanos de ese sector es el deterioro de sus calles, que más bien podríamos llamarles, abandonados caminos, pues son peores que algunos caminos vecinales.
Pero, además, reclaman agua potable, pues sólo llega una vez por semana, por algunas horas. Carecen del patrullaje, de la seguridad que imprime la Policía, con su presencia. Hay mucho desempleo y solicitan un parque de diversión para los niños y un centro de artes.
Ellos reclaman, igualmente, que concluyan los trabajos de construcción de la sede de la UASD, en Santo Domingo Este.
Seguimos avanzando y nada nos detendrá. Somos del pueblo y lucharemos por el pueblo.
