En política, hijos de gigantes se quedan enanos
Peña Gómez, fue grande entre los gigantes
Por Augusto Álvarez
Los cachorros de famosos, salvo ligeras excepciones, carecen del carisma, capacidad y honestidad a la hora de transitar por una ruta preñada de tentaciones.
En deporte, hijos de famosos han seguido los pasos de sus padres. Tal es el caso de Moisés Alou y Vladimir Guerrero.
En artes y en política, este fenómeno escasea…
Esto, a propósito de algunos hijos del doctor José Francisco Peña Gómez, aparte de ser sangre de su sangre y tener su apellido, ¿algo más de su herencia?
Desde Fausto Mata (Boca de Piano), El Torito, Anthony Santo y otros, han dado a conocer sus opiniones en torno a los 103 millones de pesos, que se regalaron a ricos artistas y, quizás, a algunos en ruina.
Ese regalo fue promovido y ejecutado por José Francisco Peña Guaba (Tony), hijo de un templo de la honestidad, líder de los líderes: José Francisco Peña Gómez.
Qué pena que un hijo de esa gloria de la política, hoy sea blanco de las críticas y que una importantísima cantidad de dominicanos estén solicitando que sea expulsado del Gobierno, de un Gobierno que se vende como transparente.
En el escenario político, hijos de los grandes, lucen enanos y discapacitados, y en vez de engrandecer el ejemplo paterno, suelen empañarlo… No hay dudas, Tony Peña Guaba está entre ellos.
Si el cachorro de Peña Gómez favoreció a los artistas al borde del colapso económico, estos deben expresarse.
También deben pronunciarse los popis que recibieron la gran tajada. Ahora, le toca a la PEPCA desenredar este embrollo.
La renuncia de un funcionario con señalamientos que no reflejan transparencia, se inserta dentro de una nueva modalidad, orientada a evitar la cancelación vergonzosa… es lo que se visualiza.
Hoy, el coordinador del Gabinete Social del “Gobierno del Cambio” estaría en las cúspides si en vez de regalar 103 millones de pesos a quienes poseen riquezas, hubiese ido a llevar funditas a La Ciénaga, Guachupita, Canta La Rana y otros sectores, donde sus habitantes, únicamente disfrutan de una mala comida al día.
¡Qué grande fue Peña Gómez!