FITUR, terrorismo y narcotráfico, inseguridad y corrupción
¡Cógelo, Picante! Faride debería explicar cuáles son los objetivos de la reforma policial y qué se ha logrado
Buenos días….
Ojalá en FITUR’ 2025 no repitan la historia de poner a la venta propiedades con títulos falsos, de terrenos privados de la zona de Puerto Plata.
Estaremos al acecho de la mafia que pretende adueñarse, con maniobras dolosas, de la propiedad de la familia del fenecido ciudadano alemán Carlos López Westen.
Por cierto, el gobierno del presidente Luis Abinader no ha hecho nada porque el derecho de propiedad, tal y como lo establece la Constitución dominicana, sea respetado en esa y otras partes del país.
¡Ah, perdón! El presidente Abinader sí hizo algo, nombró a un miembro de la compañía, involucrada en el fraude inmobiliario, en una institución del Estado.
Correcta la decisión asumida por el presidente Donald Trump, de Estados Unidos, de reconocer exclusivamente los géneros tradicionales masculino (hombre) y femenino (mujer).
Por cierto, Trump habló de ampliar la libertad de expresión, que por cierto, en República Dominicana se reprime. Hay funcionarios que no permiten la crítica. Y si no es así, pregúntenle a la ministra de Interior y Policía, Faride Raful.
Por ejemplo, a Faride Raful le molesta y amenaza con someter a todo el que critique la cacareada reforma policial, que cuando parecía iba arrancar, llegó Guzmán Peralta y su tribu, y la metieron en un lodazal. Pero, lamentablemente, ella, ni siquiera conoce a la Policía, para hablar de reforma policial, y mucho menos de seguridad.
Los pájaros, con Donald Trump, tendrán problema. Tendrán que volar a otros territorios.
Pero eso no es todo… El presidente Trump habló de los carteles de narcotraficantes, ratificando que serán declarados terroristas. ¡Bien hecho!
Anoche tuvimos una pesadilla, donde veíamos en todos los diarios dominicanos que el presidente Luis Abinader había sido más drástico que Trump, y un titular grande que decía: “Gobierno RD declara terroristas a narcotraficantes, cómplices y protectores”. Pero, al final, fue una simple pesadilla.
Dice la Biblia que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos, y nosotros decimos, sería más fácil darle una pedrada al cielo, que el presidente Abinader declarar como terrorista a narcotraficantes dominicanos, a sus cómplices y sus protectores.
Si por obra y gracias del espíritu santo, ese fenómeno se produce, ¿qué pasaría con el senador del PRM, que dicen, tenía un punto de drogas en la 142 Broadway, en Manhattan, New York?
Una pregunta a la señora Faride Raful, ya investigó el nombre del policía, que fue reintegrado como sargento, ascendido a segundo teniente y le pusieron un incentivo de 100 mil pesos. ¡Sí, ministra! Nos informan que ese oficial es del clan, del grupo de Guzmán Peralta.
La verdad es que el presidente Abinader lució algo incómodo a su llegada al Palacio de la Policía, se veía como extraño, le pasó por el frente a Guzmán Peralta, saludó al oficial que estaba después de él, y como que reaccionó, y entonces saludó su flamante jefe de la Policía.
¡Presidente, Abinader!, su nueva Policía, y su alto mando, son una vergüenza para la nación.
Presidente, Abinader, las ejecuciones no han resuelto la inseguridad del país, los atracos siguen incrementándose, y de los abusos y maltratos policiales, no se habla.
¡Atención!, al flamante director de la DIGESET, nos informan que en Miches hay un teniente que está echándole más lodo a ese organismo, del que ha recibido en los últimos 6 años, que sólo sabe hacer tres cosas: Beber (pero no agua), hablar por teléfono y pedir.
General Osoria, atienda su cartón. Dígale a su “pana”, en ese pueblo, que vigile a ese oficial, que usted sabe, muy bien, quién es.
El ministro de Obras Públicas debe hablar menos y trabajar más. Cuando pasen balance a su gestión, otro pájaro cantará.
Cada vez que observamos lo que está ocurriendo en el país, en materia de corrupción y de seguridad, y que las denuncias que se hacen, no son investigadas, nos sentimos engañados y estafados, y por eso, no creemos en el Ministerio Público.