Haití amanece hoy al borde de una guerra civil, con un presidente y 2 primeros ministros
El panorama haitiano es sombrío. Amanece con un presidente y dos primeros ministros y se vislumbra una posible intervención de EU para «poner la casa en orden»
PUERTO PRÍNCIPE, Haití
SERI
La situación política de Haití está tornándose sumamente peligrosa.
Esta nación, una de las más pobres del mundo, amaneció este sábado con un presidente transitorio, dos primeros ministros y un desorden total, al borde de una guerra civil, según analistas locales y políticos veteranos, ya retirados, que temen una intervención de Estados Unidos, con el alegado de «poner la casa en orden» y evitar un derramamiento de sangre.
El Senado haitiano, en pausa, se reactivó el viernes y designó como presidente provisional de la República a Joseph Lambert, actual titular de la cámara alta.
Al mismo tiempo, el Senado negó la autoridad del autoproclamado “primer ministro interino”, Claude Joseph, quien está ejerciendo el poder desde el mismo momento en que se produjo el asesinato del presidente Jovenel Moise.
Hasta este momento, Joseph cuenta con el apoyo de la ONU, EEUU y de otras naciones.
Para reconocidas figuras haitianas, Joseph se auto designó primer ministro, pues unas 36 horas antes de que Moise fuera asesinado por un comando armado, integrado — hasta ahora — por colombianos y estadounidenses, había sido sustituido de ese cargo por el médico Ariel Henry, quien no fue rectificado porque Haití no tiene un Senado.
Empero, al producirse el asalto a la casa del presidente Jovenal Moisé y su asesinato, Joseph asumió la rienda del poder, siendo reconocido por ONU y Estados Unidos. Nunca fue ratificado por el Senado.
Esto significa que Haití tiene hoy un presidente provisional: Joseph Lambert.
Un primer ministro nombrado por el legítimo jefe de Estado: Ariel Henry.
Un primer ministrito, que dimitió, fue reemplazado, pero que al producirse el extraño asesinato del jefe de Estado, reasumió su antiguo cargo y hoy está gobernando, gracias a la benevolencia de EE.UU. y la ONU: Claude Joseph.
Nuevo presidente
La resolución, firmada por ocho de los diez senadores, que siguen en activo, considera que Claude Joseph fue cesado el pasado lunes de su cargo, exactamente unas 36 horas antes del asesinato del presidente Moise. Su destitución fue el último decreto firmado por Moise, que lo sustituyó por Ariel Henry.
Según la resolución, Lambert asumirá la jefatura del Estado hasta el 7 de febrero de 2022, fecha en la que concluye el mandato de Moise, y su primera labor será formar «un gobierno de entente nacional» con la misión de organizar las elecciones.
En un plazo de quince días tras la investidura, se formará un consejo electoral encargado de realizar la convocatoria de las elecciones, convocatoria que se realizaría en la última semana de julio.
«El restablecimiento de la seguridad y la celebración de elecciones creíbles en el plazo más breve razonable son las dos prioridades del Gobierno provisional», afirma el documento.
En sus considerandos, la resolución afirma que Claude Joseph no puede ejercer las funciones de primer ministro desde que el pasado lunes el presidente Moise nombró por decreto a Ariel Henry, para ese cargo, pero este último no llegó a ser investido antes de la muerte del mandatario.
Tras el magnicidio, Joseph se puso al frente del Gobierno, arropado por la Policía y el Ejército, y ha recibido el apoyo explícito de la ONU, de Estados Unidos y de otros países para ejercer esas funciones.
El Senado es el único órgano del país que cuenta con cargos electos, pero desde enero de 2020 esta cámara legislativa no está facultada para tomar decisiones por falta de quórum.
La Cámara de los Diputados y dos tercios del Senado deberían de haber sido renovados en 2019, pero las elecciones fueron aplazadas por la inestabilidad política que vivía entonces el país, lo que condujo a la clausura del legislativo.
Eso es difícil
Para algunos analistas, siempre habrá dudas de quiénes planificaron, financiaron y mandaron a ejecutar al presidente Moise, ya que los mercenarios que cometieron el hecho podrían alegar que su papel era cumplir la orden, ya que fueron contratados como sicarios por los hombres que cayeron abatidos por tropas policiales y militares, y que éstos eran los únicos enlaces con los autores intelectuales del magnicidio.
Lo más extraño de todo este suceso, entienden algunos observadores, es que en el asalto a la residencia de Moisé, únicamente hubo dos víctimas, el presidente que fue asesinado y su esposa, dejada por muerta, tras ser herida de gravedad.
Además, parecería extraño que un grupo de criminales, entrenados para matar, cayeran abatidos, en un supuesto enfrentamiento, sin que se produjeran víctimas del bando contrario (policías y militares).
El crimen del presidente Moise pareciera que se trató de un hecho planificado y ejecutado a la perfección con la complicidad de su seguridad, o fue un hecho planificado y ejecutado por personas de su entorno.
Sin importar los resultados de las investigaciones, las dudas sobre este magnicidio, siempre estarán en primer plano.