Haití sigue siendo escenario de secuestros y asaltos
Esta nación está convertida en un selva, un paraíso para criminales que actúan a su libre albedrío, imponiendo la ley del terror
PUERTO PRÍNCIPE (SERI)
Haití sigue fortaleciéndose como una selva, en un paraíso para los criminales, que imponen su propia ley, cuya misión principal es robar, asaltar, secuestrar y asesinar.
La crisis política es cada vez mayor, y desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, el pasado 7 de julio, el país, uno de los más pobres, parece estar gobernado por bandas criminales.
La Policía Nacional de Haití (PNH) y las Fuerzas Armadas de Haití (FAD’H) temen a los delincuentes, pues no lograron, ni siquiera, hacer retroceder las bandas criminales.
Se ha informado de que algunas instituciones, para poder operar, deben pagar por su seguridad, bajo control de las bandas criminales
Haití es un país sumamente inseguro, un paraíso de los criminales, donde los robos, asaltos, asesinatos y secuestros son el pan nuestro de cada día.
Las diferentes zonas haitianas, según los informes, están bajo control de grupos criminales, no interesados en el poder político, sino en el económico.
A cada momento se reportan hechos criminales, principalmente asaltos y secuestros. La industria del secuestro ha sido prolífera en los últimos cinco meses.
El último y más importante secuestro ocurrió el martes, siendo víctima el industrial Tom Adamson, director general de Safico.
Se informó que Adamson fue secuestrado junto a su hija Naomie y más de media docena de sus empleados.
Tom, su hija y algunos empleados fueron secuestrados en horas de la mañana del martes, después de Callejón de Alerte, hacia Martissant, una zona controlada por criminales y, donde se dice, la Policía no se atreve ni acercarse.
Posteriormente, según se ha informado, la hija del empresario y algunos de los empleados, fueron liberados y los secuestradores, están pidiendo una importante cantidad de dinero por los demás.
El pasado lunes, se denunció, que en la misma zona se produjeron otros secuestros.
El 2021 ha sido un año, especialmente después de la muerte del presidente Moïse, de grandes logros para la delincuencia haitiana, que ha impuesto su poder con plena libertad, actuando a su libre albedrío.
Mientras que la Policía Nacional de Haití ha sido incapaz de ejercer sus funciones, derrotada por los criminales.
Según el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (CARDH), en Haití, en 11 meses, se produjeron más de 900 secuestros, la mayoría en los últimos cinco meses.