REFLEXIONES: ¿Para qué sufrir tanto?
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? ¿Para qué sufrir tanto? Si tu mal no tiene cura, ¿por qué te apuras?, y si tiene cura, ¿por qué te apuras?
“Estoy enfermo, me voy a morir”, pues no te mueras antes de la víspera, prográmate y dale gracias a Dios, que estas avisado para que te mueras confesado, prepárate espiritualmente y prepara a los tuyos.
Has todo lo que puedas, pide perdón, disfruta, saborea tus platos preferidos y que se yo, proponte al final, morir en paz.
“Me dejó mi pareja”, que dolor tan terrible, llego tu oportunidad de elegir otra a quien valores y que te valore, aprendizajes que te servirán.
“Se me murió un ser muy querido”, llora, llora todo lo necesario, vive tu duelo, es difícil, muy difícil, pero tienes que superarlo, la vida sigue, y sólo Dios sabrá, el por qué.
Así transcurren los acontecimientos que nos generan sufrimiento, el sufrimiento profundo, que es una especie de regeneración, de iniciación a una nueva condición, viene siendo casi un bautismo, porque tras él, se provocarán grandes cambios que generarán un nuevo estilo de vida, en ti.
A veces queremos erradicar el dolor, la tristeza, la ansiedad que acompañan al sufrimiento, para encontrarnos bien y tratar de estar en armonía en nuestro interior.
Pero no es así, el sufrimiento se irá en la medida en la que descubrimos los beneficios que nos aporta, ¿y cuáles son esos beneficios?
Víctor Martínez estará compartiendo contigo mañana estos beneficios, mientras empezaremos hoy a orar para que el Padre te revele pronto el bien escondido que hay tras ese sufrimiento.
Hasta la próxima.