Inseguridad, tránsito, estafas, Carbone y Martínez Pozo… ¡Cógelo, Picante!
Buenos días…
Hay que dejar la chercha y enfrentar con responsabilidad el problema de la inseguridad ciudadana.
No se puede pretender tapar el Sol con un dedo. Es decir, ocultar la realidad sobre lo que está ocurriendo en todo el país.
La violencia callejera, los robos, despojos en plena vía pública y los asaltos están a la luz del día, por dondequiera.
Desde La Romana, por ejemplo, nos informan que la delincuencia es insoportable. La gente anda con miedo y hay mucha violencia.
Desde Higüey, nos reportan, que hasta dentro de la Basílica, los delincuentes cometen sus fechorías.
Este mes ha sido y sigue siendo un mes sangriento. Pero, nadie debe sorprenderle que las autoridades encargadas de garantizar la seguridad, cosa que no existe, nos sorprendan, en un futuro cercano, diciendo que la tasa de homicidios bajó en junio.
Y hablando de mes sangriento, en junio son muchos los dominicanos que han perdido la vida en calles, carreteras, avenidas y autopistas.
Las autoridades deben hacer suyo el lema de la presidente electa de México, Claudia Sheinbaum: No mentir, no robar y no engañar al pueblo.
Y hablando de engaño, con sus famosos e históricos acuerdos, la Procuraduría General de la República, ha dejado bien claro que su independencia es una ficción.
La independencia del Ministerio Público, que tanto se pregona, se parece a la cacareada libertad de prensa, que no existe ni para los medios que se creen intocables.
Pero, la Procuraduría General de la República no está por encima de la ley, y tiene que rendir cuentas a la sociedad de sus acciones, incluyendo los acuerdos que realiza con los imputados de corrupción.
Cualquier comunicador o periodista que, con pruebas fehacientes, diga lo que es, necesita ser apoyado por la sociedad.
Julio Martínez Pozo debe ser defendido, apoyado y respetado por todos los ciudadanos, incluyendo periodistas y comunicadores, que sufren por los abusos, la corrupción y la impunidad en nuestro país.
La lucha contra la corrupción, en República Dominicana, es una falacia, y si esto no es así, que nos digan los caciques, que dicen combatir la corrupción, si en el caso CALAMAR, por ejemplo, están presos todos los que son…
Por cierto, nos gustaría saber si la poderosa e independiente Procuraduría General de la República, tiene en carpeta investigar la denuncia hecha por el empresario canadiense Antonio Carbone, de que fue estafado y extorsionado por “Raymundo y todo el mundo”.
Esa denuncia es una vergüenza para República Dominicana, y deja muy mal parado al sistema judicial y político dominicano.
Por cierto, los ilustres y dignos ciudadanos, Danilo Medina e Hipólito Mejía, deben dar una explicación al país, a la sociedad y a sus seguidores, principalmente, sobre la denuncia que hizo públicamente el empresario Carbone de que le entregó, a cada uno de ellos, de manera personal, unos 5 millones de dólares.
El patriota Neney Cabrera, también debe aclarar lo que dijo Carbone en su contra.
Este señor dijo que trajo a República Dominicana unos 600 millones de dólares para invertirlos en el país, y que fue saqueado, perseguido, apresado y hasta condenado.
¡Ay,ay, ay…! Esperen. Nos hicieron saber, desde el Ministerio Público, que el caso INTRANT, donde el Estado perdió cientos de millones y millones de pesos, por la corrupción, duerme su sueño externo y está, hasta prohibido, hablar de ese caso. ¡Ave María Purísima!