Investigando a un investigador
¿Qué pasó con los casos de corrupción con sangre?
Por Augusto Álvarez
Recientemente Transparencia Internacional calificó a nuestro país, entre los 30 más corruptos.
Prácticamente, dicho informe coincide con la petición del diplomático Robert Copley al procurador de que sean sometidos a la justicia quienes se roban los recursos del pueblo.
La respuesta del procurador Jean Alain Rodríguez, al encargado de Negocios de Estados Unidos, fue la clásica oficial.
Se han clasificados varios casos de corrupción para los cuales no han aflorando posibilidad de solución.
Aunque luzcan invertido en el orden de importancia, otorgamos la primacía a la sobrevaluación de Punta Catalina, una espina en la garganta del gobierno.
Y como también corrió la sangre, enlacemos la venta de terrenos del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), en Boca Chica y San Pedro de Macorís.
Y aunque el huracán corruptivo contabiliza muertes, surge la pregunta ¿y de los escáners de la JCE qué?
Si se observa a la luz de una justicia transparentada, las interventoras palabras de los norteamericanos, serían menos preocupantes para las autoridades.
Se ignora si el procurador cerró el expediente de la OMSA, así como el de la OISOE, pues nada dicen las autoridades, a pesar de que en ambos corrió la sangre inocente.
Es posible que, en los archivos, en viejos baúles, estén las verdades de los supertucanos, y algunos nombres codificados de nombres de figuras relacionadas con la venta de Los Tres Brazos…
