Israel es una escuela del crimen y sin freno
El próximo 7 de octubre la maquinaria sionista cumple un año de su accionar criminal, y ahora se expande a otros territorios.
Gritar contra la matanza y el barbarismo y condenar el holocausto, es en cierto modo, seguir emborronando cuartillas, pues no existen oídos receptivos para quienes levanten sus voces contra Israel.
El ejército de Israel ha eliminado a miles de niños, mujeres y ancianos, e incluso el papa Francisco, y la más alta instancia de las Naciones Unidas, han elevado sus voces pidiendo el cese de las masacres en Gaza y el Oriente Medio, pero sus exigencias se quedaron en el desierto.
La última masacre de Israel fue bombardear en Gaza, el sábado, una escuela regentada por la ONU, matando a decenas de niños y personal del organismo internacional.
Y no hay castigo, lo que fortalece nuestra opinión de que la ONU es un organismo inoperante, sin objetivo, a menos que el “dueño” de ese organismo no baje línea.
Se ignora si la agenda de la administración de Benjamín Netanyahu se elabora en el mismo Estado sionista, o si las ideas y la línea proceden de Washington.
Aunque expertos dicen que Israel no recula hasta eliminar cualquier posible amenaza de los palatinos, esos mismos expertos se preguntan, ¿cómo lograrlos?
Mientras tanto, la maquinaria de muerte del sionismo prosigue su escalada de crímenes.
