AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
En mis días en Santo Domingo una de las iglesias que visité fue “Más que Vencedores”, la iglesia de Juan Luis Guerra, como le llaman.
Fue esta una experiencia maravillosa, pues si bien es cierto que todos admiramos a Juan Luis por su gran éxito profesional, enalteciendo a nuestro país en todos los rincones del mundo y nos fascina escucharlo cantar y bailarlo, no es menos cierto que nunca lo había visto en su papel de predicador.
Me sorprendió, lo confieso, y aunque prefiero escuchar sus prédicas a través de sus canciones, esta vez pude recibir la Palabra de Dios en mi corazón a través de aquel bálsamo de amor que de manera sencilla, jocosa, humilde y pausada iba calando lentamente en el interior de cada uno de los que allí estábamos, dejándonos un remanso de paz.
Nunca lo escuché alzar su voz, elevar críticas para ninguna otra religión, emitir juicios, solo se limitó a llevarnos la Palabra de Dios, con mucha humildad, y derramando el amor de Dios en nuestros corazones.
Me encontré con algunos católicos, una doña me dijo al salir, “oh ahora estás aquí” y le contesté, “sí y mañana estaré allá”.
Su impresionante coro, compuesto por más de 20 personas nos eleva al cielo con sus imponentes voces e instrumentos musicales, bendito y alabado sea Dios.
Víctor Martínez jamás se imaginó que aquel chico que participó en la velada de mi colegio acompañado de sus amigos y guitarra en manos sería un elegido más de Dios que llevaría Su Palabra por el mundo entero.
Otra experiencia más de vida que aumentó mi fe y me confirmó que “DIOS ESTÁ EN TODAS PARTES”.
El Señor siga bendiciendo a Juan Luis y fortaleciéndolo para que continúe sembrando Su Palabra por el mundo entero.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Carolina Hernández.
Hasta la próxima.