La quiebra del matrimonio
Por Augusto Álvarez
Alguien me decía «hay quienes luchan un día, y son buenos, otros luchan por un tiempo y son mejores, pero los imprescindibles son quienes luchan toda la vida».
Suponemos que al amplio mundo de intelectual del doctor Leonel Fernández, la cita no le es extraña.
En la época de los tatarabuelos, el matrimonio sólo la muerte lo separaba (aunque…) ahora, ya la pava no pone donde ponía.
Cuando el matrimonio de muchos o pocos años se rompe, los hijos vuelan con alas propias ¿qué algunos salieron malcriados, otros delincuentes? También suele suceder en los partidos.
Quizás la versión de que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sería una «fábrica de presidentes» desbordó la ambición, y más al observar quienes hacían turno, que al llegar, ningunos quieren apearse.
Hasta las garrapatas se enfocan en ascender, es la historia, la cual ni el doctor Leonel Fernández ni el presidente Danilo Medina pueden ignorar.
Es el gran riesgo, cuando un partido se cualquieriza, justo el momento en que el líder debe aplicar las tres constantes, siendo una de ellas, la desconfianza, la más importante cuando la ambición acecha.
Así es el matrimonio, cuando piensa que todo anda bien… muere la gallina de los huevos de oro.