La transparencia golpeada por DIGESET
Por Augusto Álvarez
La Dirección General de Seguridad y Tránsito de Transporte y Terrestres DIGESET ha golpeado la política de transparencia y anticorrupción del gobierno.
También ha cuestionado la libertad de prensa, al ordenar despojar a los periodistas que acudieron al Centro de Retención Vehicular del Canódromo juntos al defensor Público, Pablo Ulloa, de su material de trabajo.
No se entiende el proceder de los oficiales de policías bajo la dirección del general de brigada Ramón Antonio Guzmán Peralta, de impedir que la corrupción que se dice florece en el Canódromo, sea investigada por quien posee la autoridad para hacerlo.
Guzmán Peralta se supone es un funcionario del entorno más cercano del presidente Luis Abinader (eso lo cascarean sus propios colaboradores), más, tras las horas críticas que pasó luego del proceso frustrado electoral (suspendido), donde ese oficial (entonces un coronel) fue víctima de un trato vejatorio, apresado y dicen que amenazado por fiscales y policías.
Naturalmente, y sin hacer caso al dicho de que favor con favor se paga, el mandatario ha sido claro en afirmar que no tiene amigo y que los que metan las manos tendrán que enfrentar la justicia.
La tosca actuación de la DIGESET en el Canódromo obliga a reflexionar en presente y no buscar culpables.
Entonces, la coronel Ysabelita de los Santos Pérez salió con un palo de golf a enfrentar una turba, pues fue la única arma que pudo extraer del baúl de las mentiras.
Ahora, a la vergonzante actuación de los oficiales de la Policía, adscritos a la DIGESET, se agrega la posición del Departamento de Estado, de Estados Unidos, sobre la violación de los derechos humanos y la corrupción en República Dominicana.
Mientras tanto, el director de la DIGESET tiene un lío, y no es de ropa, y está a la espera de algún amigo solidario.
