Lila Alburquerque o el arte de estar siempre arriba
Por Augusto Álvarez
La estadía de la doctora Rafaela Alburquerque en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se programó y ajustó en espacio y tiempo.
Después de un largo cabalgar en las administraciones políticas de su líder, el doctor Joaquín Balaguer, las uñas de Lila arañan a la organización morada, y ahí quedó.
Es innegable, y para sus seguidores, admirable, el arte de Lila Alburquerque de estar siempre bañada por las mieles del poder.
Lo que se veía venir, ya es un hecho. Se fue Lila del Partido de la Liberación Dominicana.
En su carta de renuncia del PLD, la diputada petromacorisana, ha dicho que retorna al partido que la vio nacer políticamente, el PRSC ¿por qué?
Seguir arriba, en su natal San Pedro de Macorís, el PRSC, prácticamente no existe, sin embargo en un proceso electoral, unos cuantos pesos y pica-pollos, hacen el milagro y con simple un toque, Lila sigue arriba.
La carta, mediante la cual la doctora Lila Alburquerque se aleja de un peledeismo corrupto y cuasi liquidado, es un retrato del portero que se la redactó.
Luego de más de 30 años haciendo lo que sabe hacer, los sepultados de los 12 años ni los insepultos de dicho régimen, y de la desbordante corrupción de los morados, ya nada le importa a la ex presidenta de la Cámara de Diputados.
