¡No más! Salvemos a la mujer
Evitemos la tristeza, protegiendo a la mujer
El año desgraciadamente se inicia mal y con la triste noticia de dos asesinatos de mujeres, por celo o inseguridad de los hombres, al perder la preferencia o pasión de una hembra que se independiza sentimentalmente y que romper el vínculo.
Los asesinatos han causado mucho pesar y gran preocupación en toda la epidermis social de los actores que dirigen las políticas públicas, quienes han fracasado y no son interlocutores válidos frente a la población. Sus liderazgos han fracasado rotundamente con sus parches y cursitos, seminarios y talleres, como con sus pronunciamientos huecos, campañitas ineficaces e impactantes.
Hoy vuelvo a insistir en esta columna de sana crítica, que los encargados de las políticas públicas deben renunciar y poner sus cargos a disposición del Ejecutivo, como ocurre en los países desarrollados, lo cual crea una estrategia, para que el Presidente de la República, enfoque el tema con vigor desde el primer día del año
Hoy repito que la percepción es que “se mata porque se quiere”, lo cual es un contrasentido, pues ese sentimiento profundo de miedo, frustración, inseguridad, sentir posesivo, machismo, feminismo, ingratitud y venganza, todos yuxtapuestos a la hora de la ocurrencia del crimen, incluso contra la propia vida, debe ser abordado por los funcionarios de políticas públicas, de la mano de otros entes o activistas sociales
Las Iglesias cristianas, los clubes sociales, las juntas de vecinos, las asociaciones, en todos sus variopintos grupos, las escuelas y asociaciones de padres, las universidades y sus federaciones de estudiantes, las empresas y sus grupos vinculados a sindicatos o no , organizados como tales , los motoristas y sus sindicatos, los choferes y sus grupos societarios, los hoteleros y sus empleados organizados regionalmente, las enfermeras y sus gremios, las maestras y sus organizaciones, los jueces y fiscales, en sus sindicatos o grupos organizados, junto a los empleados judiciales, las hacendosas mujeres que trabajan en las casas de familia, en fin, todos y todas deben ser incluidas en la REFORMULACION de una nueva política pública.
Con actores nuevos y nuevas políticas públicas, podremos dar al traste con los crímenes contra la mujer y el suicidio de los asesinos criminales, que niegan el valor ontológico más superior: La VIDA
Pues sin la vida, no pueden verificarse la Lealtad, la fraternidad, la confianza, la integridad, la alegría, la vida en común, el amor….
Este mal inicio criminal en contra de la mujer, debe ser una oportunidad para que, desde el liderazgo político partidista, se asuma como agenda de discusión pública para las próximas contiendas en los ayuntamientos, de febrero 2020, y en mayo, los representantes del Congreso deben ser cuestionados y deben aportar proyectos y presupuestos económicos, para la educación y el enfrentamiento de ese crimen, en particular contra la mujer, cuyos resultados más tristes son los hijos (por lo regular menores), cuya orfandad ya genera un problema social y psicológico de proporciones significativas.
¡No más!
Protejamos a la mujer, como nos cuidaron nuestras madres (progenitoras) desde su vientre hasta el final de sus días, con sus alimentos, enseñanzas, correcciones y consejos, hasta sus oraciones por nuestro bienestar
La mujer es la responsable de la mayoría de nuestros hogares, pues representan más del 50% de jefas de familia, lo cual constituye un dato de importancia capital, a la hora de planificar las políticas públicas y orientar las ayudas sociales por parte del Estado-Nación.