Padre sospecha en asesinato de su hijo, un cabo de la PN, hay pejes gordos involucrados
Los detenidos fueron libertados por "no existir" querellantes, pero su padre se había querellado
SANTO DOMINGO, R.D.
El 2 de diciembre, el cadáver del cabo Luis Alberto Disla Turbí, de la Policía Nacional, fue lanzado desde un vehículo en marcha, en la comunidad Santa Capuza, municipio de Sánchez, provincia Samaná.
El cuerpo del agente presentaba signos de violencia, con características de que fue torturado por sus verdugos, de acuerdo a fuentes ligadas a la investigación de ese asesinato.
Al principio, las autoridades del Ministerio Público, en Samaná, y de la Policía Nacional, hablaron de cinco involucrados en el crimen, tres policías y dos civiles, según cuenta Eusebio Disla Castillo, padre de la víctima.
Empero, el señor Disla Castillo narra que dos de los policías y uno de los civiles, nunca les fueron presentados, e incluso, desconoce los nombres de estos elementos.
Luego de ser detenido, uno de los civiles fue liberado misteriosamente, el mismo día de su detención, y horas después abandonó el país, con destino a Chile.
El cabo Disla Turbí se encontraba en su casa, en el sector Villa Liberación, de Santo Domingo Este, cuando alrededor de las 11:00 de la noche, del domingo 1 de diciembre, se presentó a su humilde residencia el cabo David García Alcántara.
Ambos salieron a bordo de una pasola, propiedad de Disla Turbí, y que aún sigue en poder de García Alcántara.
Al día siguiente, 2 de diciembre de 2024, a través de los medios, Disla Castillo se entera del trágico y sorpresivo final de hijo, lo asesinaron y su cadáver fue lanzado al pavimento desde un vehículo en marcha.
Ese mismo día, minutos después de haber lanzado el cadáver al pavimento, fue apresado, en medio de una persecución, el chofer del vehículo Marino Moreno Magallanes.
Posteriormente se entrega, pero en Nagua, el cabo García Alcántara, quien ya estaba siendo buscado por oficiales policiales.
El 4 de diciembre, el señor Disla Castillo se querella contra los supuestos asesinos de su hijo.
El 17 de diciembre, se le conoce medida de coerción a los dos imputados, y el medio de la audiencia, los padres y abogados de la víctimas, de acuerdo con lo narrado por Disla Castillo, son sacado del tribunal, bajo el alegato de que “no tienen moral” para estar en la sala.
Disla Castillo señala que inmediatamente comenzaron a pensar lo peor, de que algo raro estaba sucediendo, y así ocurrió, pues los imputados fueron dejados en libertad.
Qué alegó el Ministerio Público, que no había querella contra los victimarios, lo que fue desmentida por Disla Castillo, que inmediatamente entregó la copia de su querella a la fiscalía, pero no se la aceptaron.
Luego de la frustrante medida de coerción, Disla Castillo dijo haber recibido informaciones de que se repartió un millón de pesos para “resolver” el caso y dejar libres a los imputados.
Pejes gordos
El afligido padre tiene la sospecha de que en el caso actuaron “pejes gordos”, tanto fuera como dentro de la Policía.
“Se presentaron todas las pruebas. El chofer del vehículo, desde donde lanzaron el cadáver, fue detenido infraganti, y el policía que lo sacó de su casa, se entregó, y a pesar de esas pruebas, lo dejaron en libertad”, subraya Dsla Castillo.
Dijo que sospechaba que algo raro ocurría, porque al principio, el Ministerio Público no quería, ni siquiera recibir su querella.
En ese sentido, pidió la intervención del presidente Luis Abinader, señalando que el jefe de Estado no debe permitir que en su gobierno asesinen a un agente de la Policía, que se presenten todas las pruebas contra los acusados, y el Ministerio Público y el juez de la Instrucción, los pongan en libertad.
Ese mismo llamado lo hizo Disla Castillo a la procuradora Miriam Germán Brito, a quien le hizo saber que el Ministerio Público, en Samaná, se niega a dar una orden para recuperar la pasola de su hijo.
Agrega que esa pasola es nueva, y cuyo pago está siendo exigido por la agencia que la vendió, y que él es el garante, y tiene que pagarla.
Disla Castillo espera se haga justicia en el caso de su hijo, y dijo esperar, que los responsables del asesinato de su hijo sean reapresados y puestos a disposición de la justicia.
Igualmente, advirtió que no tiene enemigos, y que cualquier cosa que le suceda el cabo García Alcántara y sus cómplices serán los responsables, señalando que nunca ha estado preso ni ha tenido problema con nadie.