Pandillas se disputan supremacía del sector La Ureña en SDE
Tras asesinato de pastor, zona se convierte en ‘tierra de nadie’
Por la Redacción
LA UREÑA, Santo Domingo Este, R.D.
Tras el asesinato cruel y a mansalva del pastor Samuel Núñez Cruz, luego de salir de su templo, en el barrio Cancela, sector La Ureña, ubicado en la margen norte de la autopista Las Américas, en Santo Domingo Este, esa zona se está convirtiendo en “tierra de nadie”.
Dos peligrosas bandas, una que supuestamente lidera desde la cárcel el reconocido antisocial Ángel Emilio Pimentel Escalante (Capelá), conocida como “Los Perros de Capelá”, y otra nueva, que se dice es más poderosa y peligrosa, se están disputando su hegemonía en esa paupérrima zona.
Desde la noche del día 14 de octubre, cuando el pastor Samuel Núñez Cruz, de 49 años, fue asesinado, la gente de Cancela y sus alrededores vive en zozobra, esperando que en cualquier momento se arme “la de Troya”, una batalla campal entre ambos grupos de pandilleros.
Antisociales, que de acuerdo con comunitarios de esa barriada, son invasores de terrenos, asaltantes y narcotraficantes barriales. Es decir, bandas criminales.
El nombre de “Capelá” suena bonito en la zona, todos lo respetan y, al parecer, se ha ganado el cariño de la gente del sector, por temor o por piedad. Eso nadie lo quiso explicar.
Lo cierto es que desde la cárcel, donde guarda prisión desde hace meses, acusado de asesinatos y otras acciones delictivas, “Capelá” sigue siendo el “Papaúpa” de Cancela y zonas aledañas.
La Policía ha acusado a “Capelá” de dirigir una peligrosa banda de delincuentes, que además de traficar con drogas, se dedica a invadir terrenos, a despojar a personas de sus solares y cometer asaltos.
Se dijo que la nueva banda, cuyos integrantes son señalados como responsables del asesinato a tiros del pastor Núñez Cruz, está integrada por unos 20 individuos, incluyendo varias mujeres.
Precisamente, el día que mataron al líder comunitario y religioso, alrededor de las 10:30 de la noche del viernes 14 de octubre, entre sus atacantes había unos ocho hombres y una mujer.
Para algunos feligreses del templo evangélico, que pastoreaba el religioso, éste fue asesinado “por error”, pues no tenía ningún tipo de vinculación ni conflictos con vándalos, señalaron.
“Inclusive”, cuentan que “el pastor (Samuel Núñez Cruz) vivía orando por los antisociales para que se arrepintieran, se transformaran y se reintegraran a la sociedad”.
Núñez Cruz fue tiroteado minutos después de salir de su iglesia, cuando bajaba de un carro, conducido por una mujer, y abordado, además, por tres menores, cuyas edades oscilan entre 7 y 13 años, y una jovencita, de 19 años. La tragedia pudo haber sido mayor.
El pastor iba en el asiento trasero del vehículo, e inmediatamente abrió la puerta, fue atacado a tiros.
De acuerdo con testigos, que hablaron con periodistas de RELAMPAGO INFORMATIVO. COM, inmediatamente los pandilleros atacaron al religioso, salieron huyendo.
El pastor Núñez Cruz, ni siquiera llegó a descender del vehículo, murió en el mismo lugar del siniestro ataque, pero hasta el momento, la Policía no ha dado detalle del hecho, mientras sus vecinos y feligreses temen que, como muchos otros casos, este también quede impune.
No obstante, quienes se atrevieron a conversar con periodistas de este digital, culpan a la dotación policial de Los Frailes, de la inseguridad persistente en La Ureña, Cancela y Los Solares de La Ureña, por su alegada complicidad con las bandas.