¡Pánico por delincuencia! PN fracasa en materia de seguridad

Por la redacción

SANTO DOMINGO, R.D.

En abril del 2016, el entonces candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, aseguró que su gobierno pondría en práctica un conjunto de recomendaciones de su asesor Rudolph Giuliani, para controlar drásticamente los asaltos, robos y ataques criminales a que frecuentemente era sometida la población dominicana.

Pero Abinader no ganó y su promesa se quedó en campaña.

En septiembre del 2018, Abinader aseguró que el gobierno (presidido, en ese momento, por Danilo Medina) estaba dando “palos a ciegas” en la lucha contra la delincuencia, prometiendo que un gobierno suyo invertiría más de 30 mil millones de pesos para combatir ese mal que afecta al país.

Y no sólo fue esa promesa, sino que se comprometió a utilizar, de llegar al gobierno, las mejores prácticas internacionales para disminuir la delincuencia en un 50 por ciento en 2 años.

En el 2020, la gente votó por el PRM, y Abinader llegó al poder. La ciudadanía estaba de júbilo, porque el nuevo presidente traería cambio a nivel de seguridad.

Sin embargo, en los dos primeros años de gobierno de Abinader, se incrementó la inseguridad, y la delincuencia continuó su agitado, haciendo y deshaciendo, sin que, nada bueno se viera en el horizonte, y así ha sido.

Empero, hubo una leve mejoría, y cuando parecía que el país iba por buen camino, en materia de seguridad, todo se derrumbó con la designación de Ramón Antonio Guzmán Peralta, como jefe de la Policía.

Guzmán Peralta llega a la Policía, con la misma promesa que hizo cuando el presidente Abinader lo nombró director de la DIGESETT, de iba actuar con manos duras.

En la DIGESETT fue un verdadero desastre, condujo esa institución por un camino tenebroso, y en su gestión, en materia de tránsito, el gobierno del presidente Abinader, lamentablemente, se quemó.

En la gestión de Guzmán Peralta no hubo ni un solo logro que haya sido reconocido por la ciudadanía, que vio recrudecer el caos en el tránsito y un incremento de muertes por accidentes de tránsito.

Empero, Guzmán Peralta dejó en la DIGESETT un extraordinario escándalo, pues una auditoría hecha a su gestión reveló serias irregularidades, la malversación de más 421 millones de pesos, 155 millones de ellos , en el renglón combustible.

Como director de la Policía, la gestión de Guzmán Peralta, hasta este momento, ha sido un total desastre, aumentando la inseguridad ciudadana, la criminalidad, la delincuencia y el narcotráfico barrial (puntos de venta y distribución de drogas).

Y para colmo, por primera vez en la historia de la Policía Nacional ocurre un desfalco, robo de municiones, en el Departamento de Intendencia de Armas, de esa institución, que es detectado fuera del país, en Haití.

Y lo peor, esas municiones eran vendidas a pandillas criminales y pudieron haber sido utilizadas para atacar a dominicanos en la frontera.

Reforma policial

Desde que asumió el poder, el presidente Abinader puso en marcha un proyecto de “reforma” policial, que nació en medio de escándalos, y en la actualidad se encuentra estancada, atrapada en un lodazal, que mantiene la imagen de esa institución al borde del abismo.

Los escándalos, las ejecuciones extrajudiciales, la muerte violenta de policías y militares, a manos de delincuentes, el incremento del narcotráfico en los barrios, especialmente en las zonas turísticas, los asaltos y robos violentos, han sobresalido en la gestión de Guzmán Peralta.

A esta triste realidad, que está a la vista de todos los ciudadanos, se agregan los escándalos de corrupción en la Policía Nacional.

Esos escándalos de corrupción apuntan, entre otros, a oficiales generales que ocupan importantes funciones y, pese a su negro historia, andan tras la jefatura de Policía, luego de que se filtrara la información de que el presidente Abinader estaría furioso y desilusionado con la frustrante gestión de Guzmán Peralta.

Para muchos ciudadanos, expertos en asuntos policiales, la gestión del presidente Abinader ha sido un desastre en materia de seguridad ciudadana, pese a que en diversas ocasiones prometió, siendo candidato presidencial, que en sus dos primeros años de gobierno, reduciría la delincuencia en un 50%.

Abinader va camino a sus 5 años en el gobierno, y la inseguridad es tétrica y no se vislumbra ninguna mejoría, y prueba de ellos son las ejecuciones de supuestos delincuentes, el incremento de los hechos delictivos, y algo histórico, en tiempo de paz, seis miembros de la Policía y dos oficiales del Ejército, acribillados a tiros por delincuente en apenas 42 días.