Pasemos revista al INTRANT
Por Augusto Álvarez
La privatización no hace pausa, ni siquiera para olfatear, si lo que se proyecta habrá de afectar políticamente las aspiraciones reeleccionistas del Presidente.
La privatización se ha convertido en una especie del pan nuestro de cada día, que por cierto ese pan, cada día es más escasos en muchos hogares dominicanos. Es decir, las privatizaciones aumentan la pobreza.
En una ocasión leímos un titular que decía ¡Paren eso…! Un grito que pareció llegar desde las alturas, desde los altares, ordenando frenar una medida impopular.
Ahora, el INTRANT avanza un proyecto que incrementa los precios de la revista (inspección a vehículos) a niveles que espantan.
Lo que argumenta el organismo regulador del tránsito (que no regula nada), no tiene que ver con la escalada de la revisión vehicular, pues para sacar de circulación las chatarras, la polución o todos los medios de transportes que no reúnan las óptimas condiciones, entonces. ¿Por qué subir hasta más de un 3 mil por ciento al precio de la revista?
Mientras INTRANT se concentra en la privatización, omite referirse a la bomba de tiempo de los vehículos que circulan con gas o que transitan destartalados por las calles, poniendo en riesgo la vida de quienes se ven obligados a subirse en los mismos.
El transporte público es un desorden, y enfrentarlo para ajustarlo al modernismo, no es elevando por encima de los posibles, el precio de la revista, la inspección que es una necesidad, pero no continuando con la cadena de abusos contra la población, sino dentro del marco de las leyes, que por cierto, el INTRANT no hace cumplir.
Si desde las alturas no se ordena posponer y/o humanizar los precios de la revista, más tarde se verán los resultados.
Lo cierto es qu la alianza público-privada en nada benefician a la población.
Ahora nos falta preguntar, en el gobierno del “cambio”, ¿cuáles precios aún faltan por cambiar?