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Pleitos armados entre bandas criminales dejan muertos y heridos en Haití

Pistoleros haitianos cobran peaje a universidades y escuelas por su seguridad, mientras familias abandona suburbios por inseguridad

 

PUERTO PRÍNCIPE, Haití

El panorama haitiano, cada día, es más oscuro.

Haití parece ser una selva controlada por delincuentes.

Las autoridades haitianas no tienen control sobre esa nación, una de las más pobres del mundo.

Los asaltos, secuestros y enfrentamientos a tiros entre bandas criminales rivales, están a la luz del día.

En los últimos días, la violencia entre bandas criminales se ha recrudecido y, se habla, de numerosas personas murieron y de otras heridas por disparos, durante nuevos enfrentamientos armados.

Los pleitos se vienen produciendo desde el último fin de semana de octubre entre la pandilla Gran Ravin y las bandas criminales armadas Ti Bwa , que operan en la periferia sur de la capital haitiana.

Fuentes haitianas destacan que entre las bandas existía una frágil tregua, tras el terremoto del 14 de agosto, pero ya se rompió.

En las zonas de combates entre criminales, algunos habitantes se han visto obligados a huir de esos suburbios para no ser víctimas del clima de terror que impera en esos lugares.

Según los informes, entre las víctimas figura un estudiante que fue alcanzado por un proyectil en el puente Breya, el pasado miércoles.

Se dice que los bandidos armados Ti Bwa enviaron amenazas a los residentes de Fontamara, exigiéndoles que pagaran dinero por la compra de municiones para sus armas de fuego.

Estos pistoleros incluso pidieron a una universidad que ofreciera 50.000 dólares a cambio de su seguridad.

La cantidad de dinero, solicitada por grupos criminales, es generalmente equivalente a las tasas de matrícula de tres estudiantes por clase, señala Unicef.

El pasado martes, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijo que al menos siete escuelas, en Puerto Príncipe, se han visto obligadas a pagar a las pandillas a cambio de su seguridad durante los últimos dos meses..

Se ha informado, además, que en Fontamara y otros suburbios de la parte sur de Puerto Príncipe, se distribuyeron machetes a las familias para que pudieran defenderse de posibles ataques de la banda Gran Ravin.

Se recuerda que el pasado lunes, fueron secuestrados varios choferes de camiones cisterna que transportaban productos derivados del petróleo y que intentaban cruzar Martissant.

Se ha informado que desde junio, cuando se iniciaron conflictos armados entre bandas criminales, miles de familias se han visto obligadas a abandonar Martissant y buscar refugio en otro lugar, como en el Centro Deportivo Carrefour, un municipio ubicado a unos 17 kilómetros al sur de Puerto Príncipe.

La Policía Nacional de Haití ha sido incompetente para enfrentar a las bandas, por un lado, y por el otro, se dice, actúan en complicidad con las mismas.

La realidad es que Haití está convertido en una selva, incontrolable, cuyo poder luce estar en las armas de los criminales que se disputan casi toda la capital.

 

 

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