PN: escándalo y corrupción; reforma fiscal, un golpe a la población
Buenos días…
¡Increíble! Nos dicen que el gobierno gastará más de 2 mil millones de pesos para hacer el nuevo uniforme para la Policía Nacional, a imagen y semejanza de Colombia.
El presidente Luis Abinader está dando palo a la ciega, pues el mal en la Policía no está en el uniforme, sino, en quienes dirigen a esa institución.
La capacitación de los policías no está en un uniforme, sino, en los entrenamientos y la educación permanente.
La capacidad de los policías, tampoco está en mandar un grupito a estudiar, porque siempre buscan a los que están en mala para mandarlos al IPE a hacer un curso de un año y seis meses, y cuando terminan, casi siempre son pensionados.
Luego de la mejoría salarial, la Policía debe ser sometida a un proceso profundo de depuración, aunque sabemos, que si eso se hace, en estos momentos, lamentablemente, esa institución quedará sin gerentes, sin cabeza.
Ahora bien, la única forma de frenar la delincuencia, es sacar a los corruptos e indeseables de las filas policiales, sea quien sea, y caiga quien caiga.
Los cacerolazos se están poniendo, nueva vez de moda, en esta ocasión contra la reforma fiscal del presidente Luis Abinader y el PRM.
Los cacerolazos se iniciaron en sectores céntricos de la capital dominicana, y ya los dominicanos residentes en Nueva York, también preparan la suya.
La reforma fiscal es considerada como una sombra negra que amenaza con fulminar la clase media y acabar de hundir la clase pobre.
La reforma fiscal sirve para patrocinar grandes empresas, por ejemplo, la Barrick Pueblo Viejo, que recibe más de 10 millones 400 mil galones de gasoil.
CAP Cana, por ejemplo, recibe 261 mil galones de gasoil premium y 9 mil galones de gasoil regular. Y hay más…
Por eso, la gente dice que la reforma sirve para engordar a los ricos y enflaquecer a los pobres.
Recuerden lo que dijo Ito Bisonó: “Los ricos, sencillamente son ricos, y no son los que van a pagar este reforma fiscal”.
Y estamos de acuerdo con Ito Bisonó, si esta reforma fiscal afectara a los ricos, sencillamente, ellos transfieren los costos al pueblo, y como quiera el pueblo es la víctima.
Si el presidente Luis Abinader no es informado de lo que ocurre a lo interno de la Policía Nacional, ¡Cógelo, Picante! lo mantendrá informado. Y si no se quiere darse por enterado, entonces, enteraremos a la sociedad, a los ciudadanos, que en definitiva, son quienes sufren la consecuencia de la inseguridad imperante en República Dominicana.
En apenas 5 días, la Policía se ha visto involucradas en tres grandes escándalos: Ejecución de un jovencito en Los Alcarrizos, delincuente o no, fue un asesinato. Asesinato del hijo del abogado y comunicador Alejandro Almonte en Santo Domingo Este. Y ahora, la muerte por descuido de un adolescente en un cuartel de la Policía, en Villa Verde, La Romana.
Por cierto, dicen que el sargento Raphael Laureano de los Santos, autor material del asesinato del joven Almonte Veloz, era utilizado para realizar «trabajos especiales”. Pero ahora, se dice, lo quieren liquidar para que no abra la boca.
Los gobernantes deben hacer suyo los tres mandamientos de López Obrador, en México, y ahora de Claudia Sheinbaum: «No mentir. No robar. Nunca traicionar al pueblo».