Púgil enfrenta pena de muerte por asesinato de mujer embarazada
Pero el padre de la víctima se opone y dice quiere 100 años de prisión para que pague lodos los días de su vida por lo que hizo
SAN JUAN, PUERTO
El peso ligero, el boricua Félix Verdejo Sánchez, podría enfrentar la pena de muerte por el secuestro y posterior asesinato de Keishla Rodríguez Ortiz, una joven de 27 años, que a la hora de su muerte estaba embarazada.
Empero, el padre de Keishla, José Rodríguez, declaró que no quiere la pena de muerte para el boxeador Félix Verdejo.
El púgil pudiera enfrentar la pena de muerte, ya que los delitos de los que se les acusan son elegibles para esta sentencia a nivel federal. Ningún jurado en Puerto Rico ha aprobado esta sentencia.
“Yo no creo en eso. Si tú le das a una persona así pena de muerte, lo estás ayudando. Es mejor echarle 100 años y que todos los días se quede con ese cargo de conciencia y pague todo lo que le hizo a mi hija”, sostuvo Rodríguez el entristecido padre.
José Rodríguez compareció de forma virtual ante la magistrada Camille Vélez Rivé, del Tribunal federal en San Juan, y se le hizo lectura de los cargos imputados por el Negociado Federal de Investigaciones (FBI).
Los cargos son:
- Carjacking (asalto a una persona en un auto).
- Secuestro que resultó en la muerte de una persona.
- Matar intencionalmente a un menor por nacer.
El boxeador está tras las rejas, sin derecho fianza.
Se ha informado que David Arthur Ruhnke, un abogado experto en casos de pena de muerte,fue asignado para formar parte de la representación legal de Verdejo.
La joven Rodríguez Ortiz fue hallada muerta el sábado, en la laguna San José. El pasado jueves 19 de abril, fue reportada como desaparecida.
Los hechos
De acuerdo con fuentes federales, el boxeador boricua tenía una relación con su hoy víctima y, en el asesinato, actúo en complicidad con otra persona, que coopera con las autoridades y ha narrado paso por paso, todo lo ocurrido.
El detenido declaró, bajo juramento, que Verdejo presuntamente contactó a Rodríguez Ortiz para que terminara su embarazo.
En medio de una cita, sigue narrando, el púgil «la golpeó» en su vehículo, le inyectaron una jeringuilla con sustancias controladas, la amarraron con un cable y la lanzaron por el puente Teodoro Moscoso. Tras este escenario, Verdejo «le disparó» a la mujer.
Tras las investigaciones, la Policía identificó un vehículo similar al del púgil, detenido sobre el puente Teodoro Moscoso, ubicado sobre la laguna San José, precisamente donde fue hallado el cadáver de la joven.
Tras esas declaraciones del cómplice y el descubrimiento de los oficiales, la Policía ocupa el vehículo de Félix Verdejo en una residencia localizada en el barrio Caimito, en San Juan.
Verdejo hoy está tras las rejas, donde enfrentaría la pena de muerte o una condena de hasta 100 años de prisión.
