RD-EU, el precio de la dependencia
Por Augusto Álvarez
Los Estados Unidos, en materia política, estaría utilizando la técnica del ratón, que según la sabiduría popular, sopla para ruñir.
La cadena de declaraciones de los emisarios del Tío Sam, es reiterativa; Te doblega o te apretamos la tuerca.
En sus búsquedas de una aldea (isla-almacén) para ciudadanos que carezcan de documentos (haitianos), la administración del presidente Abinader, aunque luzca firme ante la presión gringa, pero ¿por cuántos tiempos?
En algunos estamentos de la administración demócrata, no se ignora que en algún momentos de su guerra de independencia, el fusil haitiano vomitó fuegos para forjar el imperio que es hoy Estados Unidos, que estando en capacidad de ayudar a nuestros vecinos en sus propios territorios, prefieren buscar un lugar extraño.
Y la embestida se diversifica al impedir que el dulce producido en el Central Romana entre a Estados Unidos, por «descubrir» abusos de esa empresa a los braceros haitianos.
Lo que extraña es el momento en el cual Estados Unidos «descubre» los abusos en esa empresa con los extranjeros, “cosas de la doble moral».
¿Influirá el choque de la administración Abinader con Estados Unidos en las próximas elecciones?
Habrá que esperar hasta donde se mantendrá la pose oficial, sin embargo, ¿un campo de refugiados para extranjeros en un país con apenas 48 mil kilómetros cuadrados?
