REFLEXIONES: Dialogando con el mocho
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Al llegar a la farmacia se me acerca un humilde señor a quien le falta una pierna, a pedirme, yo entablo una conversación con él y logro empatizar para hacerle una amplia entrevista de su situación, su vida, su familia.
A llegar el tema de sus limitaciones físicas me río y le dejo saber que mi antiguo chofer lo conoce, pues viven en el mismo barrio y que yo sabía que a él no le faltaba ninguna pierna, la esconde amarrándosela con una gran destreza, pero todos le dicen el mocho.
Aquí cambió todo, pero para mi sorpresa el mocho me confesó la verdad y me dijo que era esa la única forma de subsistir que él había encontrado dada la imposibilidad de conseguir trabajo, “no podía dejar que mis niños murieran de hambre, algo tenía que hacer”, me metí en un interrogatorio profundo y terminó diciéndome, “al principio no me sentía cómodo engañando a la gente, la conciencia me mataba, pero a todo se acostumbra uno”.
El mocho nunca produce menos de 15,000.00 mensuales, después de sacar gastos y libres de impuestos, en cuaresma y navidad la colecta sube hasta 60,000.00, con esto ha logrado incluso poner un ventorrillo a la mujer en el barrio y viven de esto. Me dice que la pandemia ha afectado las colectas, pues nadie quiere bajar los vidrios de los vehículos, ni se le acerca.
Me hizo historias interesantes, se lo han llevado preso, se ha encontrado personas que lo conocen y se han sorprendido al verlo, otros lo han descubierto, etc.
Víctor Martínez quedó convencido una vez más que hay que ayudar a todo el mundo, a todo el que te pide sin cuestionar, es humillante pedir, me dijo el mocho, pero cuando la barriga está vacía y tus niños necesitan leche, te importa, prefiero pedir y no robar.
Le prometí ir a conocer a su esposa y sus cinco niños y lo despedí con un chiste, “mocho, tú lo que tienes que hacer es mocharte lo otro para que no sigas trayendo muchachos al mundo”, a lo que respondió, eso solo lo decide Dios.
Me dio las gracias por parame a conversar con él, dice que se sorprendió, pues nadie se le acerca.
Hasta la próxima.