REFLEXIONES: Hijos rebeldes y desobedientes
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Hola amigos, ¿qué tal? No todos los hijos son obedientes, en ocasiones tenemos que lidiar con situaciones difíciles en los hogares por un hijo desobediente, rebelde, violento, melaganario, algo muy difícil sobre todo cuando son adolescentes.
Frente a esta realidad ¿Qué podemos hacer? A veces nos sentimos impotentes, sin las herramientas adecuadas para enfrentar las situaciones.
Lo primero es que tenemos que poner en práctica la paciencia y evitar violentarnos con ellos, sin recurrir a la violencia física, ni psicológica, tenemos que promover la buena comunicación y establecer normas, reglas y límites.
La prevención es la mejor manera de controlar estas situaciones y debemos empezar desde que son pequeños.
Establecer normas claras y obligarlos a cumplirlas, sancionar cuando se rompen, darles consciencia de las obligaciones que deben cumplir en el hogar, sin importar la edad, ser coherentes con ellos y no ser tan permisivos, nos ayudará a ejercer el control desde temprana edad.
Los padres deben ser el ejemplo y tienen que estar siempre de acuerdo, apoyándose ambos, con las medidas y su cumplimiento.
Tenemos que aprender a negociar con nuestros hijos, teniendo en cuenta que usted siempre tendrá la última palabra y que mientras vivan bajo su techo tienen que ser sumisos y obedientes.
Nunca castigue cuando usted está enojado, nunca imponga un castigo que no se pueda cumplir, deben ser preferiblemente cortos, castigue solo al culpable.
Aprenda a escuchar a su hijo, interésese por el y recuerde que por las buenas siempre se logra más.
Los hogares donde se ora en familia, se da gracias a la hora de almorzar, se asiste a la Iglesia, se han fomentado los valores cristianos, se da amor y tiempo a sus hijos, se juega, se comparte, son más propensos a vivir en un ambiente de paz, de comprensión, de respeto y a crecer sanos y equilibrados.
Víctor Martínez estará este domingo fomentando un cambio de actitud y de comportamiento en nuestros muchachos que participarán en el Encuentro que tenemos en el Hotel Intercontinental, aún estás a tiempo de enviarnos a tu hijo, llámanos.
Dios bendiga todos sus hogares.
Hasta la próxima.