Reflexiones: No puedo tener hijos
AYÚDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Me decía alguien: “Hola Víctor, no sé por qué pierdo mis embarazos, mis esperanzas están perdidas, ya no tengo fe, Dios no ha querido darme un hijo, me siento deprimida, desolada, amargada, ¿para qué vivir?, ver mis amigas con sus niños, me provoca celos, envidia y me hace sentir tan mal, ya ni comparto en sus ambientes, pues soy la única sin hijos…”
Ese era sólo un párrafo de aquella carta que Margot me enviara en el año 1978 y que aún conservo en mis archivos, con la respuesta que le di:
“Hola Margot, leí tu carta y luego de ponerte en mis oraciones por varios días entendí lo que Dios quiere de ti y te lo voy a rebelar.” He aquí un párrafo de mi carta:
“Hay en algún lugar por ahí una niña desolada, así como tú, desnutrida, con falta de amor, en busca de unos brazos que la cuiden, la mimen, la acaricien, la alimenten, la eduquen, añorando alguien como tú, esa niña te espera y es la que Dios quiere para ti, búscala, encuéntrala y hazla feliz.”
Margot pensó, se llevó de mí y encontró esa niña, hoy 40 años más tarde la que fue una niña desolada es hoy una gran mujer exitosa que está aportando a la sociedad dominicana grandes frutos, con una ejemplar familia y orgullosa de la madre que tuvo.
Así son los caminos del Padre, te toca a ti mujer, escuchar la voz del Señor.
Hasta la próxima.