REFLEXIONES: Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos ¿qué tal? Si alguien se quiere unir a mis ruegos hoy y acudir al Padre, refugiándonos en su Palabra y conduciéndonos según sus mandatos, para pedir protección, para nosotros y nuestros familiares, será bienvenido.
Tal como nos dice Daniel 12, estamos viviendo tiempos muy difíciles y por intercesión de Miguel, el gran príncipe, seremos protegidos, razón por la que debemos entonar el salmo 15: “Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti”.
Debemos santificarnos, tal como nos lo dice la carta a los Hebreos 10, cumpliendo la voluntad de Dios, alejándonos del pecado, pero sobre todo, aprendiendo a perdonar.
Para el Señor el perdón es fundamental, no debemos guardar rencor, no debemos tener enemigos, debemos ser comprensivos con los fallos y los errores de los demás, ver con piedad a quien nos hiere y perdonarle.
Así estaremos preparados para recibir de manera personal al Señor, tal como nos dice san Marcos 13, pues el día y la hora que nos tocará, solo el Padre lo conoce, sentiremos angustia, el sol y la luna se oscurecerán, veremos las estrellas caer y los astros se tambalearán, entonces veremos llegar al Hijo del Hombre con su poder y gloria.
Víctor Martínez piensa que esto no será para todos al mismo tiempo, cada segundo, un grupo se va y tienen su encuentro personal con el Señor, ¿por qué no?, podrían estar viviendo su resurrección de los muertos y pasando a cumplir su nueva misión asignada por el Todopoderoso, Creador del cielo y tierra, Rey del Universo. Al final, sólo Dios sabe.
Hasta la próxima.