REFLEXIONES: ¿Qué hiciste ese día?
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? ¿Qué hiciste ese día? Es una pregunta muy común que me han hecho algunas personas y me ha extrañado.
El pasado 28 de julio cumplí un año más de vida, para mí fue un año muy especial, di muchas gracias a Dios por estar aún vivo en esta época y como ya había dicho antes, empezaba a vivir un nuevo ciclo de mi existencia en este planeta.
Tal vez lo escrito en esos días creó la curiosidad que generó el que muchos me preguntaran ¿qué hiciste ese día?, al estar a la expectativa.
Recibí felicitaciones de varias partes del mundo, a las 2 de la mañana por ejemplo, desde Turquía precisamente, me felicitaba alguien que interrumpió mi descanso con un hermoso mensaje muy lleno de amor, luego a las 3:30 de la mañana volvió a sonar mi celular, era alguien más de España, así desde las 5 y durante todo el día recibí mensajes de amor, de varias partes del mundo y de aquí, de gente que me quiere, pues soy de los que piensa que nadie se toma la molestia de felicitarte si no siente algo por ti, sea amor, admiración, respeto o cualquier otro sentimiento de agradecimiento.
Decidí irme a las Siervas de María a las 6:30 am a dar gracias a Dios, por este nuevo año de vida, al final, primero lo primero, Dios, ante todo, esto después de pasarme la noche entre meditaciones, sueños y felicitaciones.
Declaré una semana de aniversario, bailé, bebí, comí, compartí, disfruté y ya el último día debería esperar las 7 am, (hora en que nací), en condiciones espirituales especiales, pues ahí empezaba a vivir mi nueva transformación y mi nuevo ciclo. A esa hora el sacerdote en el altar consagraba el pan de vida que yo recibiría como acción de gracias, justo al levantar el cuerpo y la sangre de Cristo yo sentía la presencia de mi madre que me traía al mundo en ese momento. Gracias mami donde quiera que te encuentres.
Pasó el día y concluyo con una reunión de buenos amigos y familiares que quisieron partir el tradicional pudín que una amiga muy querida había llevado, cumpleaños feliz, apaga la velita y cada cual para su casita.
Víctor Martínez pasó un día maravilloso, ¿y qué hiciste?, sinceramente, pensé mucho, medité profundamente, oré, reflexioné acerca de todos esos años vividos y decidí asumir con fe, con amor y responsabilidad, la nueva misión que me toca realizar en lo adelante.
Ahora es que falta mambo, habrá Víctor por mucho tiempo, así que ha trabajar y ayudar a la gente.
Hasta la próxima.