Reintegro de coronel deja sabor picante a imagen de Abinader
¡Cógelo, Picante!: Quisieron tirar lío de municiones a coronel que no tenía velas en ese entierro, ¡perdón!, en ese robo
Buenos días…
Tal y como lo dijo ¡Cógelo, Picante!, el anuncio sobre el descubrimiento de una red que robaba municiones de los depósitos del Departamento de Intendencia de Armas de la Policía Nacional, para venderlas a particulares, tiene cocorícamo y un objetivo concreto y malicioso.
Incluso, quisieron tirar el lío a un coronel que no tenía velas en ese entierro, ¡perdón!, en ese robo, pero se le peló el billete.
Nos enteramos de que realmente, la mafia del robo de municiones existía, la Dirección General de la Policía Nacional, ya tenía todos los elementos de pruebas, pero lo tenía engavetados, pues el principal sospechoso era un hombre de su cuadra.
Sin embargo, el escándalo explotó por necesidad, fue sacado a la luz pública en el momento en que el director de la Policía y la ministra de Interior, tenían el agua al cuello… Se estaban ahogando. Pero la situación sigue tenebrosa en los predios policiales y sólo hay que mirar para el cielo y lo comprobará.
Ese escándalo, esa acción criminal, ese acto delincuencial explotó, sin lugar a dudas, para desviar la atención sobre el reintegro a la Policía Nacional del coronel Adolfo Sánchez Pérez, quien había sido retirado forzosamente de esa institución, en el año 2010, tras haber sido ligado al poderoso narcotraficante boricua José David Figueroa Agosto (Junior Cápsula).
Sin lugar a dudas, al presidente Luis Abinader, lo sorprendieron, lo engañaron, le metieron gato por liebre, o perro por chivo, y cayó en un gancho.
Pero Abinader llevará ese peso sobre sus hombres, será responsable histórico de reintegrar a la Policía Nacional a un hombre embarrado con el narcotráfico, y está “caliente”, por lo menos, en los predios de la República de Colombia.
Recuerden lo que reveló Sobeida Félix Morel, el coronel Sánchez Pérez era una especie de “chota” del coronel José Amado González y González, el hombre de confianza de Figueroa Agosto, y sus informaciones, al final, llegaban hasta el poderoso narcotraficante.González y González, al final, fue asesinado, el 24 diciembre del 2009, y se dijo, en esa ocasión, que su muerte fue ordenada por el propio Figueroa Agosto, alegando traición sentimental, pese a ser su hombre de confianza.Ya el presidente Abinader debió de actuar en consecuencia, porque de lo contrario se hace cómplice de esa acción dolosa, que crea jurisprudencia negativa a lo interno de la Policía Nacional y deja un sabor amargo a la imagen de esa institución, y por ende, a su gobierno y a su figura política.
Con la reintegración de Sánchez Pérez no hubo transparencia, pero, sí hubo, una violación flagrante a una decisión del Tribunal Constitucional, y una nueva violación, evidente, a la Constitución dominicana, precisamente, modificada y proclamada recientemente por Abinader. ¡Qué vergüenza!
Sobre la red que, según el director de la Policía y la ministra de Interior, Faride Raful, robaba municiones, parece que cayó el que pudiera ser su principal sospechoso, el coronel Francisco Antonio Feliz Romero, que era el encargado del Departamento de Armas de la Policía Nacional. Ya fue destituido.
El nuevo Intendente de armas es el coronel Francisco A. Francisco Pimentel. Lo designaron el pasado día 28 de octubre.
Pero, el colmo de la intolerancia fue haber querido involucrar a otro oficial superior, que no tenía que ver nada, absolutamente nada con la Intendencia de Armas de la Policía, que tiene ya meses de estar suspendido y que, según nos dijeron, ni siquiera visita el Palacio de esa institución. ¡Vaya, vaya!
Cada intendente de Armas en la Policía es responsable de sus acciones, de lo que ocurra en su gestión, ya que el proceso de traspaso de un intendente a otro es un asunto tedioso, muy delicado y largo, pues hay que hacer un levantamiento de armas nuevas y viejas, de cada municiones, y si falta algún objeto, el nuevo no recibe hasta que todo esté en orden.
En otras palabras, el responsable del robo de municiones en la Policía es el flamante coronel Francisco Antonio Feliz Romero, y su equipo, porque era quien tenía que garantizar la pulcritud en ese organismo.
Aclaración: Y en esto estamos claro, no conocemos, y mucho menos nos interesa conocer al coronel Robert Abreu Belliard, pero, alguien, desde el Palacio de la Policía, otro coronel, lo mencionó, buscando pescar en río revuelto, y tratar de salvar a su amigo Francisco Antonio Feliz Romero, que ni los chinos de Bonao, podrán sacarlo de este lío.Corrección: Sí, pueden sacarlo, y meter a otro. Así sucedió en el caso ODEBRECHT, y en el escándalo del INTRANT, no están todos los que deben de estar.