Relaciones Rusia-EU están en su punto más débil
MOSCU
Las relaciones bilaterales entre Rusia y Estados Unidos siguen en la cuerda floja, en su punto más débil.
En ese sentido, Rusia advirtió a Estados Unidos sobre los puntos de no retorno, después de los cuales es posible una ruptura de relaciones diplomáticas.
Esto, de acuerdo con analistas, llegaría si Whasington incluye a Rusia en la lista de los países «patrocinadores del terrorismo».
Alexander Darchiev, director del Departamento de América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, declaró este sábado a la agencia de noticias TASS que se ha evaluado la respuesta de Moscú en caso de que se cristalice el proyecto de ley, presentado en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que pide declarar a Rusia como un Estado patrocinador del terrorismo.
“Si se aprueba», dijo Darchiev, refiriéndose a dicha ley, «significaría que Washington cruzaría el punto de no retorno, con la mayoría daños colaterales graves a las relaciones diplomáticas bilaterales”.
Al desarrollar su postura, Darchiev ha indicado que estas consecuencias podrían ir desde un debilitamiento de las relaciones entre ambos países hasta incluso la ruptura total.
Aunque asegura que no quiere entrar en “especulaciones hipotéticas sobre lo que es posible y lo que no es posible en la turbulenta situación actual”, el funcionario ruso ha acusado a Estados Unidos de violar los derechos internacionales.
El 15 de abril, los medios de comunicación informaron de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un contacto telefónico con su homólogo estadounidense, Joe Biden, le pidió que considerara la posibilidad de incluir a Rusia en la lista de Estados que apoyan el terrorismo. Desde entonces, la Administración de Biden ha dicho que está estudiando la base legal para tomar tales medidas contra el país euroasiático.
Recientemente, a solicitud del presidente de Ucrania, Volodímir Selensky, el Senado de Estados Unidos aprobó una resolución que pide al Departamento de Estado reconocer a Rusia como Estado patrocinador del terrorismo por sus acciones en Chechenia, Georgia, Siria y Ucrania.
