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Revelan motivos del ataque a base militar en Venezuela
VENEZUELA.- La Comisión de la Verdad aborda en un análisis detallado el asalto ‘de terroristas paramilitares’ al fuerte militar en Valencia, ubicado en el estado norteño de Carabobo.
La madrugada de ayer domingo un total de 20 “paramilitares” que se había declarado en rebeldía con el Gobierno de Caracas, atacó las instalaciones del fuerte Paramacay en Valencia.
La Comisión de la Verdad que empezó su trabajó desde el sábado en el marco de la recién instalada Asamblea Nacional Constituyente (ANC) a fin de investigar los hechos vandálicos acaecidos en el país durante los últimos meses, publicó el domingo por la noche un análisis minucioso del ataque, que según argumenta sucedió en momentos en los que la oposición derechista se ve derrotada a sí misma ante las primeras decisiones tomadas por la ANC.
Al recordar los anteriores ataques a bases militares perpetrados por sectores opositores, tal como menciona, contra la base aérea Francisco de Miranda en La Carlota, este de Caracas, y alcabalas del fuerte Tiuna, también en la capital venezolana, denuncia esa macabra táctica empleada por la oposición para disturbar al país.
No obstante, la Misión de la Verdad en su nota descarta la posibilidad de que el asalto se trate de un “golpe de Estado” o un “alzamiento militar” ya que la mayoría de los individuos involucrados en el ataque fueron “mercenarios” vestidos como militares y “posiblemente comandados por el excapitán de la Guarda Nacional Bolivariana (GNB) Juan Carlos Caguaripano, quien desertó del cuerpo castrense en 2014 por estar involucrado en intentos fallidos de sublevación”.
En este sentido, aclara que el ataque se produjo en el marco de una guerra mediática lanzada desde Occidente para mostrar dividida a la Fuerza Armada del país bolivariano.
Advierte además que tras el ataque de Oscar Pérez, contra las sedes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y del Ministerio de Interior, así como la violencia generada el pasado 30 de julio durante elecciones de la ANC, la oposición ha adoptado una estrategia: “la creación, entrenamiento y financiación de grupos mercenarios cada vez más profesionalizados en aplicar tácticas de sabotaje y guerra sucia contra el país. Plan que en su momento fue ejecutado en Siria y Libia para promover intervención militares de EE.UU. y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)”.
Denuncia el saludo de Marco Rubio, congresista estadounidense del Partido Republicano, a ese ataque terrorista, lo cual según Maduro “fue pagado desde Miami y Colombia”.
El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson había señalado el 3 de agosto que todas las medidas de fuerza están sobre la mesa para derrocar al chavismo del poder en Venezuela, condena la nota que también cataloga al Gobierno colombiano presidido por Juan Manuel Santos, cómplice del país norteamericano por sus intervenciones en Venezuela: “ya que Colombia es un enorme mercado de armas y mercenarios de la cual pueden echar mano para amplificar operaciones similares”.