Rosario musulmán
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Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
El Rosario Musulmán, masbaha o misbaha es una sarta, serie de cuentas o bolitas unidas por un hilo (objeto similar a nuestro rosario católico), de uso tradicional entre los fieles de la religión islámica para llevar la cuenta en el número de repeticiones del tasbih (adoración de Dios).
También se le conoce como subḥa, tasbīḥ en árabe o tespih en Turquía.
Se ha sugerido que procede de la India, inspirado en el rosario o mala utilizado por hindúes y budistas. Parece ser que se utilizó primeramente en Irán, desde donde se extendió por el mundo islámico medieval.
En general se trata de una ristra circular de 33 o 99 cuentas rematada por una borla. Las cuentas pueden ser de diferentes materiales (usualmente madera, marfil, perlas, huesos de frutos o simplemente plástico) y colores.
Se utiliza habitualmente para practicar el dikr o invocación repetida dirigida a Dios. El número de sus cuentas tiene relación con la recitación de los 99 nombres de Dios, aunque se usa para otros tipos de dikr como la invocación repetida de uno solo de los nombres o la repetición de fórmulas como subḥān Allāh («Dios es sublime», «alabado sea Dios», «Dios es más grande», pronunciada cada una de ellas 33 veces. Muchos cristianos del medio oriente lo usan también.
El misbaḥah o masbaha debería estar formado por noventa y nueve granos, por cien incluso. Para hacerlo más liviano y llevadero se lo redujo a un tercio, quedando la obligación de repetirlo tres veces para completar el número exacto de noventa y nueve.
Este número, más bien simbólico, significa los noventa y nueve nombres o atributos divinos, además del mismo nombre de Dios. Por tanto, el fiel musulmán al desgranar tres veces su rosario invoca, oral o mentalmente, a Allah (Dios).
Tal práctica religiosa no es obligatoria; solamente es recomendada por el mismo Muhammad, en la siguiente aleya: “A Dios pertenecen los nombres más bellos. Invóquenlo con ellos; y aléjense de quienes los aplican erróneamente. Serán recompensados de acuerdo a sus méritos” (Sura 7:180).
El número de noventa y nueve se encuentra escrito en un Hadît tomado de Abû Huraira con estas palabras: “A Dios pertenecen noventa y nueve nombres, (es decir) cien menos uno, porque Él es el Incomparable (o sea, el Único), ama (el ser cualificado con tales nombres) uno por uno: el que conoce los noventa y nueve nombres, entra en el paraíso”.
Una hermana religiosa me pidió conocer los noventa y nueve nombres con los que ellos nombran a Dios, es esta la razón por la que mañana.
Víctor Martínez estará brindándote la oportunidad de solo de conocerlos, sino también de aprender otra forma más de orar y alabar a tu Señor.
Que la gracia y la paz sean con ustedes de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestro hermano Omar Ramos.
Hasta la próxima.