Se desploma imagen del presidente de Colombia; baja de 53.8% a 27.2%
Rechazo a Duque es de 71.3% en Bogotá
BOGOTÁ.- Iván Duque cumplió 100 días al frente de Colombia y todavía no encuentra una explicación razonable al desplome de popularidad que sufrió en tan poco tiempo. Como si su país, amante del protocolo y de las buenas formas, ya no respetara la cortesía con el nuevo presidente y olvidara el período de gracia del que sí disfrutaron sus antecesores.
El líder derechista de Centro Democrático contaba en septiembre con una popularidad del 53,8%, avalada por su contundente triunfo en las presidenciales de junio, adornado por su carisma moderado y su preparación económica en organismos internacionales. Dos meses después, solo cuenta con el 27,2% de apoyo, según la encuesta de Invamer publicada el viernes.
Es una caída rápida y espectacular, nunca antes vista. El índice de rechazo se eleva hasta el 71,3% en Bogotá, escenario en las últimas semanas de las manifestaciones estudiantiles en demanda de mayores fondos para la enseñanza pública.
«Duque recibió un país quebrado, incendiado, con un vandalismo aterrador», justificó el senador Álvaro Uribe, su padrino político.
Más allá de las cuentas públicas, las altas expectativas con las que fue recibido el triunfo de Duque se volvieron en contra de él en solo 100 días, intuyen los analistas.
La corrupción, el desempleo y la inseguridad oscurecen su mandato en medio de la mayúscula diáspora venezolana: más de un millón de ciudadanos del país vecino se han instalado en Colombia, un reto que los servicios públicos no pueden enfrentar sin las ayudas de la región y de países amigos.
Las sombras de la corrupción también mancharon sobremanera al fiscal general, Néstor Humberto Martínez, a quien unos audios dejan mal parado en su posición en el escándalo Odebrecht. A pesar de ello, Duque no da su brazo a torcer y le mantiene su apoyo.
La opinión pública todavía permanece atónita tras la muerte de dos personas, padre e hijo, relacionadas con la red de sobornos de la empresa brasileña de construcción. Jorge Pizano, testigo clave de la investigación, y su hijo Alejandro murieron tras ser envenenados con cianuro. El segundo había acudido al entierro y en el despacho de su padre bebió una botella de agua saborizada que contenía el veneno.
«El desplome de legitimidad del gobierno de Duque es literalmente pavoroso. Si se deja obnubilar por la sinrazón de los dirigentes del uribismo, el país irá a una ruptura antidemocrática violenta o hacia una recomposición democrática. Estamos por la democracia», dijo Gustavo Petro, ex candidato presidencial derrotado por Duque.