¿Se extiende la rebeldía en América Latina?
Áreas de nuestra América a nivel de quienes constituyen el amplio mundo de votantes, consultaron la historia, y así procedieron.
En Perú, el pueblo decidió poner fin a la corrupción y el militarismo y llevó a la presidencia a un profesor, Pedro Castillo, a quien de inmediato la prensa calificó de maestro rural.
En Honduras, Xiomara Castro aplastó a los defensores del corrupto mandatario, un delincuente que está siendo reclamado por la justicia de Estados Unidos.
Y se amplía el abanico de naciones que este año que concluye, transitan una ruta que da la impresión de establecer distancia con un pasado vergonzante.
También Nicaragua se alinea a las naciones que buscan trillar un sendero distinto.
Claro, lo que se percibe como exceso del sandinismo a distancia, obliga a tratar acciones del presidente Daniel Ortega que en una lógica influenciada por la perversidad de medios informativos, impone un mayor estudio de esa realidad.
Mientras visualizamos a Bolivia, una pequeña nación donde el ex presidente Evo Morales erradicó el analfabetismo y la gente grita quién como él.
Así de cara al futuro, naciones escalan las fronteras del 2022 con un Ignacio Lula marchando para poner fin a la ineptitud de un mandatario que ni siquiera pudo vencer en una caída al coronavirus, por lo contrario, se dejó noquear de esa pandemia.