ACTUALIDADNACIONALESOPINIONPOLI-JUDICIALES

Sentencia de muerte

Por Augusto Álvarez

Nos gustaría saber si quien estuvo al frente del destacamento de Villa Verde, en La Romana, cuando trancaron a un adolescente herido, ordenó llamar al 9.1.1, en vez de llevarlo a un hospital.

Únicamente cuando no se ha estado en una academia o se están cumpliendo «las instrucciones» de la cadena de mandos, se puede obtener un oficial para preservar la vida.

Delvi Flores, al ser herido en una pierna, ¿llegó a pensar en el futuro, o en cambio?

¿Acaso llegó a creer que sería la última vez que pensaría en un mañana venturoso?

Mientras tanto, sus captores celebraban la alegría de poner fin a su existencia.

De seguro, la muerte de un menor, apresado herido e respetando el protocolo, ¿es la línea a seguir para el nuevo comisionado de policía?

Sumando muertes… ¿Así avanza la reforma policial?

Cambiar los uniformes de los miembros de la Policía Nacional, en nada transforma a los agentes que ejecutan ¡trabajos especiales! Agentes que nunca vestirán el mismo, y muchos menos, usarán la cámara.

¿Funcionó la cámara del destacamento Naco, donde ejecutaron al joven apresado en Ágora Mall?

También recordemos al joven apresado en Santiago, y que fue ejecutado, estando esposado en el interior de un vehículo policial.

Los cuerpos policiales deben ser conocidos… ¿Los directores saben de ellos?

Los incontrolables en la policía de Nueva York, hicieron trizas de la conducta de Frank Serpico. ¿Viaja la película, señor Director?

La realidad es que al apresar a un adolescente, herirlo de bala y no llevarlo a un hospital, además de violar el Código del Penal, es decretar una sentencia de muerte.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba