Tiempos de tragedias mortales
El drama humano y el natural se dan las manos y observamos la desgracia colgando del pico del águila imperial en el borde fronterizo de México y Estados Unidos.
Más de 43 muertos e igual número de heridos perseguidos por la miseria, están entre las víctimas de un incendio, que según las autoridades mexicanas, los propios migrantes habrían provocado en Ciudad Juárez.
Y entre ellos, hay dominicanos y de Baní.
Precisamente en Ciudad Juárez, un rincón muy especial del territorio de México, donde lo anormal es morir en la tranquilidad del hogar.
Sospechas con asideros reales se orientan a una línea de «no entran» a Estados Unidos, los migrantes Sur y centroamericanos (más venezolanos) que se encontraban en Ciudad Juárez, y que al saber serían deportados a sus países, prefirieron morir, es la versión que se escucha en esa región, y que confirmó el presidente mexicano.
Ecuador en miras de la naturaleza
La naturaleza ha golpeado con fuerzas a Ecuador, a lo que se agrega la corrupción, con la diferencia de que no se puede enviar a un terremoto a los tribunales, aunque sí a quienes a sus sombras roban.
Conforme cifras históricas, en febrero de 1797, en Río bamba, en terremoto de escala 8.3, diezmó Ecuador, y ningún otro ha logrado superar sus efectos destructivos.
También en Ambato, Esmeraldas, Macas y Bahía, los fenómenos naturales han sembrado la destrucción y la muerte. Esto, sin incluir las actividades volcánicas, precisan de un estudio de expertos.