Trasciende que coronel PN no quiere pagar deuda a un banco
¡Cógelo, Picante!
Buenos días…
La Policía Nacional es una institución digna, con hombres y mujeres honorables, pero muy mal dirigida.
Eso sí, hay un grupito que no sirve, absolutamente para nada, y precisamente, ese grupito, tarde o temprano, tendrá que dar cuenta de sus actuaciones, pero en los tribunales, y los delitos no prescriben.Y si el presidente Luis Abinader, que tanto se ha afanado por transformar a la Policía, no toma rápidamente, el toro por los cuernos, lamentablemente, será cómplice de lo que brotará en esa institución.Todo lo día hay un escándalo en la Policía, en detrimento de la imagen de esa institución, y siempre el protagonista del escándalo es un integrante del grupito que está dirigiendo a la Policía.Ahora están mencionando a un coronel, de nombre Rafael Díaz Almonte, muy cercano al director de la Policía, y también amigo de Chú Vásquez, en un escándalo con una institución extranjera y un banco privado, dos deudas millonarias, una en dólares y otra en pesos.Ese coronel, Díaz Almonte, por ese escándalo, fue citado por Asuntos Internos de la Policía Nacional, como «subdirector» regional Noroeste, con asiento en Montecristi, pero da la casualidad que, nunca ha pasado por ese lugar.¡Atención, presidente Abinader! Así es como ese grupito está dirigiendo a la Policía… Ese coronel es empresario y presidente de Ladom Dominicana. En la Policía hay privilegios, retaliación, persecución y algo más…Pero hay más, nos comunicaron que el coronel Díaz Almonte fue citado a la Fiscalía, y que un coronel, apellido Guzmán, asistente del director de la Policía, habría llamado a una fiscal, a nombre de su jefe, para pedir “cacao” por ese oficial. ¡Qué vergüenza!¡Cógelo, Picante! reveló hace unos días, que a un segundo teniente, asistente del director de la DIGESETT, se le recomendó la cancelación por agredir a una mujer, y Jesús -Chú- Vásquez lo impidió.Pero, como al perro huevero aunque les quemen la boca sigue comiendo huevo… Ese oficial, ahora primer teniente, está bajo arresto nuevamente por el mismo delito, y es la mano derecha, reiteramos, del director de la DIGESETT.¡Atención, presidente Abinader! Instruya al DNI a investigar las informaciones sobre supuestas cuotas e incentivos que hay que pagar, ya sea de “macuteo” o “extorsión”, en los organismos de la Dirección de Recursos Humanos de la Policía Nacional, en toda la geografía nacional. Eso no es un invento. Eso lo denuncian oficiales y alistados policiales, que dicen ser víctimas de esas fechorías.Lamentablemente, Presidente, su reforma está fea pa’ la foto y desgreñada pa’ el video.Y si usted no hace cambio,el pueblo se lo cobrará, tarde o temprano.El precio de la carne, en los últimos días, ha aumentado más de un 3%. ¡Cógelo, Picante!El precio del arroz sigue en aumento. Los aceites, también han aumentado de precios, casi un 10%.¡Atención, presidente! Los haitianos siguen y siguen entrando por la frontera, sin control.A propósito de haitianos, los operativos de Migración son una vergüenza. Parecen selectivos y sólo buscan “ilegales” que se dirigen a su trabajo. ¿Por qué…?El Ministerio Público está defraudando a la población en materia de corrupción. El pueblo está perdiendo la fe y la confianza en eso de que la corrupción será combatida y que no habrá impunidad. Eso se ha convertido en un mito.El lío en el sector eléctrico sigue al rojo vivo y Celso Marranzini tiene muchas cosas que aclarar.Los misiles de Miguel Mejía, el de la Izquierda Unida, parecen que están causando estragos a largo ancho del país.
De ahora en adelante, a La Tora no puede picar un mosquito, porque eso será falta para el “Guapo de Gurabo”. Los funcionarios que no quieren que lo piquen, que se alineen y hagan las cosas como manda la ley.La suerte es que esa cosa que se llama “Ética y Transparencia Gubernamental” desapareció junto con Marcha Verde.Hasta pronto, vamos rumbo al Ministerio de Interior y Policía, donde Faride Raful está rodeada de víboras, y venenosas.Mientras tanto, el INTRANT quiere eliminar las “plagas” de moto-taxis, ¡perdón!, de motociclistas.