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Trastornos de personalidad

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Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Los trastornos de personalidad son un grupo de enfermedades mentales con patrones a largo plazo de pensamientos y comportamientos que son diferentes de lo que se considera normal en su cultura.

Los pensamientos y comportamientos son poco saludables e inflexibles. Causan serios problemas con las relaciones, el trabajo y las actividades sociales. Pueden hacer que sea difícil lidiar con el estrés y los problemas diarios.

Es importante tener en cuenta que una vez se llega a la vida adulta, en general la personalidad no cambia mucho, en cuanto a su forma de pensar, sentir, comportarse y relacionarse con los demás.

Las personas con trastornos tienen un comportamiento inadecuado en todos sus ambientes y aunque tratan de disimular y controlar, a la larga siempre van a salir a la luz aquellas situaciones conflictivas.

No es cierto que la persona es maravillosa en su trabajo, pero un desastre en la vida de su hogar o personal, si usted anda mal, usted anda mal.

Sus amistades generalmente le califican de persona conflictiva, chismosa, inestable, que no sabe lo que quiere, fácilmente irritable, con comportamientos promiscuos generalmente, ya que son el alcohol, el sexo o las drogas los escapes que usted busca para lidiar con sus trastornos, y aunque en ocasiones le quieren, le ven con pena y le manejan con cuidado.

Son personas muy peligrosas en los ambientes de trabajo pues disimulan a la perfección, pero siempre por debajo están sembrando cizaña, burlándose de los demás, espiando, manipulando y tienen una gran habilidad de mantener a los jefes entusiasmados y admirados, al precio que sea, para esto tienden a ser muy inteligentes y ágiles.

Todos debemos responder a valores éticos, a una escala de valores y principios que rigen su conducta en todos los ambientes, pues es esto parte de usted, de su personalidad estable, armoniosa, sana.

Se le reclama con frecuencia un comportamiento ético, intachable, a un educador, médico, predicador, religioso, pero de la misma manera no importa la actividad a la que usted se dedique, usted tiene que ser un ejemplo a seguir para quienes le rodean, debe reflejar un comportamiento íntegro en su vida, coherente, en el que sus amigos, familiares y empresa o institución en la que trabaja se sientan orgullosos de usted.

Revísese y si su vida está descompuesta o tiene usted trastornos de personalidad, crisis emocionales o situaciones en las que su cabeza no esta bien puesta, no se vaya a un salón, váyase al psiquiatra.

¡Ah! Y nunca olvide que la presencia de Dios en su vida es fundamental para su sanación.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por la hermana Nicolle Batlle.

Hasta la próxima.

 

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