Un crudo invierno y derecha extrema en Europa
Al parecer, la crisis económica que siguió a la pandemia en la casi totalidad de las naciones, epilogada por la guerra ruso-ucraniana, se perfila como negra sombra que dominará a Europa.
¿Cuál podría ser la motivación de que, no sólo en el viejo continente, sino incluso, en Estados Unidos, los halcones y los turpenes de extrema derecha se perfilan como nuevos controladores de los gobiernos de las principales naciones?
Los vientos de una hambruna que se amplía con el incremento de la guerra en Ucrania y las implicaciones de la falta de energía para hacer frente a un invierno que en Europa resulta tan peligroso como la guerra misma.
¿Sabrán los líderes de la derecha extrema lidiar más con la economía en situaciones de crisis?
¿Quién podría definirlo?
En la cercanía crece la posibilidad de que los republicanos barran en Estados Unidos, pues se atribuye a la administración de Joe Biden de estar enredados en las patas de los caballos.
Los nuevos conductores en Europa (en el rol de primeros ministros), responden al extremismo, y además de estrangular a la población y someterla a padecer un invierno infernal por la crisis energética impuesta por la guerra ruso-ucraniana, están las migraciones provenientes de sus antiguas colonias.
Además, en prólogo de la crisis actual, ahora financian a cara descubiertas, un conflicto que dejó de ser exclusivo de sus iniciadores.
El viraje latino
Mientras los halcones parecen regresar al control total en los Estados Unidos, y resume la derecha extrema en Italia, Francia e Inglaterra (siempre arrastrada por Washington), en nuestra zona geográfica se produce una especie de desobediencia colectiva.
Empuñando el voto como armas, en varios países han escogidos sus propios rumbos, pese a estar inficionados por la gran prensa.
No obstante los regímenes de izquierdas (según los califican los principales medios informativos), siguen estableciendo la gran diferencia.
