Una distancia preñada de historia
Por Augusto Álvarez
Sánchez-La Vega, el ferrocarril que en cierto modo cambió el rostro de la agropecuaria en la franja que extendía desde La Vega hasta el puerto de Sánchez, en Samaná.
Justo un 16 de agosto de 1887, fue inaugurado el sistema ferroviario que relanzó a la República Dominicana hasta un nuevo sitial en la movilidad de la producción.
Correspondió al presidente Ulises Heureaux (Lili), a quien mataron en Moca, en 1899, sacar a feliz término la apertura de esa ruta férrea.
La visión del hacendado Gregorio Rivas, un productor cacaotalero, fue soporte en el cual se apoyó la administración del presidente Heureaux (Lili) para viabilizar la producción del cibao.
Un reciente trabajo histórico que nos hizo llegar el Comité Dominicano de los Derechos Humanos, constituyó la pieza clave que aproxima a nuestra generación con la pasada, y para expandirla, la hacemos pública.
Era una ruta segura y que cubría varias localidades productoras, tales como Castillo, Pimentel, San Francisco de Macorís y finalizaba en La Vega.
¿Hasta cuando se estuvo brindando en el ferrocarril servicios de transporte?
Cansados, durmientes empezaron a flaquear en los finales de la década del 40 y antes de 1953 ¿se resistían a morir?