Verdades en la cotidianidad política
Por Augusto Álvarez
Casi siempre, el refranero popular busca debajo de la corteza, una respuesta para las autoridades, cuando la canasta familiar inicia una escala.
Y para que nada nos falte, recordemos al ex triunvirato Donald Reid Cabral, quien al ser cuestionado por la brutal represión, se limitó a decir: «No soy más papita que el Papa».
¿De quién aprendió? Se recuerda que el doctor Héctor García-Godoy se insertó en la historia de los presidentes, pues en los momentos en que los periodistas solían preguntarles, siempre respondía lo mismo: «Se tomarán medidas».
¿Hablan mentiras los presidentes?
Mi respuesta ha sido dada, el pregonero que vende limones agrios, no miente, te dice que son agrios, y agrios son.
Los políticos han transformado hasta la forma de las gallinas tener huevos, pues antes eran grandes, ahora chiquitos. ¿Salen por el pico o el pichirri?
Aquella vez en la que la gente se encontró las calles duras, “Papá” recomendó caminar por las aceras, claro, él sabía que los buhoneros, talleres y fritangueras las tenían ocupadas. ¿Mintió? No, la seguridad presidencial asusta.