AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasiliniz?
Una herramienta poderosa que ha sido transmitida a través de generaciones es la oración. La oración es una práctica espiritual que ha sido valorada por todas las culturas y religiones en todo el mundo.
La oración puede proporcionar un sentido de calma, paz y conexión con lodivino mientras se busca guiar y proteger a los hijos en su viaje por la vida.
Víctor Martínez te invita hoy a orar por nuestros hijos:
Dios Todopoderoso, tú que me conoces y sabes perfectamente todo lo que hay en mi corazón, mis anhelos y deseos más profundos, dame en esta oportunidad de tu favor y cubre a mis hijos con tu manto protector para que estén a salvo de todo mal, de los peligros del mundo que siempre acechan y de todo acto de maldad que los quiera lastimar.
Estoy tan agradecido, mi Señor, por los hijos que me has dado, porque son personas invaluables, llenas de amor y de talentos, son seres increíbles que a diario me regalan incontables alegrías y recuerdos para siempre, por lo que estoy tan feliz de poder ser su madre, su padre, pues no hay nada más reconfortante que el amor de mis hijos, Señor.
Hoy elevo esta oración para pedirte que les des tu sagrada protección, mi Dios Bendito; permite que crezcan sanos, cuídalos de todo lo que quiera dañarlos, de los falsos amigos, de malhechores y asesinos, no permitas que mis hijos sean lastimados o que su alegría se vea truncada por las acciones de otros, no lo permitas mi Dios.
Ayúdales en su vida a tomar buenas decisiones, que siempre sepan elegir lo que es correcto, que aprendan a guiarse de tu palabra y que se mantengan firmes en sus principios, que nada ponga en duda su fe o su amor hacia ti.
Te suplico, me ayudes a ser una persona justa y sabia, para poder guiar a mis hijos con mi ejemplo y con mi amor.No permitas nunca, mi Dios altísimo, que mis palabras de enojo hieran los corazones de mis hijos, ayúdame a ser paciente con ellos, a anteponer su valor como personas por encima de toda travesura, desobediencia o quizá error que ellos mismos puedan cometer, pues solo Tú eres el único perfecto, mi Dios.
Guíame y enséñame a ser un padre o madre justo y amoroso como lo eres Tú, mi Dios, que no tenga vergüenza alguna de expresar mi amor hacia mis hijos en cualquier lugar, porque será para ellos una lección de por vida. Y aun siendo ellos grandes y adultos, dame la dicha de poder decirles cuánto los amo, pues son mi mayor tesoro a pesar de los años.
Te lo pido Padre amado por la intercesión de tu Madre, la Virgen Santísima. Amén.
Bendice de manera particular a los hijos y nietos de nuestro exalumno muy agradecido quien siempre nos apoya para que esta misión de llevar tu Palabra por el mundo entero se haga realidad.
Hasta la próxima.