Caminemos juntos
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿Qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nsilsiniz?
La resurrección de Cristo debe ser el centro de nuestras vidas. Si leemos con atención las lecturas que manda nuestra Iglesia para el día de hoy, veremos lo que Pedro, en el libro de los Hechos de los Apóstoles 2 nos anuncia en su discurso de Pentecostés, y, como invoca su carta, para sacar consecuencias para la vida de los cristianos, de la misma manera veremos el centro de la conversación y cómo impactó la experiencia de los discípulos de Emaús en su encuentro con el Señor.
El salmo 15 de hoy ha sido escogido por la cita que hace Pedro en su discurso de Pentecostés, aplicando sus afirmaciones a la resurrección de Jesús. Dice:
“Señor, me enseñarás el sendero de la vida. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien». El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano.”
Por otra parte, en su carta escrita a los cristianos del Asia Menor, perseguidos en tiempo de Domiciano, san Pedro los anima haciéndoles ver las consecuencias muy concretas del hecho de la resurrección de Jesús, ya que los cristianos han sido rescatados a precio de la sangre de Cristo y ahora creen en Dios y han puesto en Él su fe y su esperanza.
Aparece Lucas 24, quien nos narra con exquisita delicadeza y una estructura muy bien pensada, la aparición de Jesús a los dos discípulos de Emaús. Un camino de ida y vuelta, con actitudes diferentes. Mostrándonos que así debería ser nuestra vida, “un camino diferente de ida y vuelta”, con actitudes y cambios en nuestra forma de ser y de pensar diferentes, pues al caminar en busca de Dios, cuando lo encontramos debemos la experiencia de su transformación personal.
El evangelio de hoy nos da un gran testimonio de la importancia de escuchar, dialogar, discernir, caminar juntos, ejerciendo la caridad, tanto en nuestros hogares con nuestra pareja e hijos, como en el seno de la misma Iglesia. Nos apena ver tantas divisiones, tantas actitudes incomprensibles, tantos conflictos en los hogares, en las comunidades, en la Iglesia, debemos ser más responsables y aprender que caminar juntos es darle participación a Jesús en nuestras vidas.
El relato de los discípulos de Emaús, nos recuerda que un “camino juntos”, es un camino con Jesús Resucitado. Ello supone una confesión de fe común: “a este Jesús, Dios lo resucitó, y todos nosotros somos testigos” ( Hechos 2,32). Pero también, supone que “la fe y la esperanza están puestas en Dios” (1 Tim 1,21), a quien reconocemos como un Padre misericordioso que nunca nos abandona ni pierde la esperanza en nosotros.urso de Pentecostés, y, como invoca su carta, para sacar consecuencias para la vida de los cristianos, de la misma manera veremos el centro de la conv
Víctor Martinez los invita a animarnos y con fe y esperanza poner en manos de Dios las tantas calamidades que nos causan divisiones en nuestros hogares e Iglesias. Pidamos hoy al Padre que nos acompañe en este caminar por la vida llenándonos de su amor, de fe y esperanza.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes como cortesía de la Fundación Farach.
Hasta la próxima.