China no es Unión Soviética; advierte no perderá una guerra fría con EU
PEKIN
El embajador chino en Washington, Qin Gang, asegura que su país no perderá en caso de implicarse en una guerra fría con Estados Unidos, ya que no es la desaparecida Unión Soviética.
Qin Gang se preguntó: “¿Por qué hay una sensación de que una nueva guerra fría está regresando? E binmediatamente respondió: «Es porque algunas personas en Estados Unidos tienen una mentalidad de guerra fría y tratan a China como a la ex Unión Soviética”.
Sus declaraciones fueron emitidas en el transcurso de una rueda de prensa, cuyos comentarios fueron publicados por la embajada china el viernes.
El diplomático chino subrayó que “China no es la ex Unión Soviética, y Estados Unidos tampoco es Estados Unidos de hace 30 años”.
China, agregó, ha aprendido la lección del colapso de la ex Unión Soviética y el Partido Comunista de China no es “rígido” como su contraparte soviética.
Qin advirtió que una guerra fría no beneficia los intereses de EE.UU., dejando en claro que “los intereses de los dos países están estrechamente entrelazados”.
Cargó contra EE.UU. por usar la competencia como una excusa para contener a China, para perseguir a las empresas chinas, colocándolas en su llamada lista negra y para tratar de sacar al país asiático de las cadenas de suministro globales.
“La competencia no debe ser un ‘juego de suma cero’ y mucho menos un ‘tú pierdes, yo gano’ o ‘yo gano, tú pierdes’, sino que debe ser justo y saludable”, subrayó.
Igualmente, el embajador chino instó a los responsables políticos de Estados Unidos a gestionar “con cautela” los lazos con Taiwán —la isla que Pekín considera parte inseparable de su territorio—, diciendo que ese tema se ha convertido en “el principal factor potencial que podría llevar a Estados Unidos y China a un conflicto”.
Estados Unidos y China mantienen focos de tensión sobre varios temas, como el comercio, la competencia tecnológica, la pandemia del coronavirus, asuntos relacionados con Taiwán, y Hong Kong, entre otros.
Washington ha agravado la tensión, imponiendo sanciones a algunas empresas chinas por las supuestas violaciones de derechos humanos, lo que ha llevado a ambos países al borde de una nueva guerra fría.