Dios mio, ten misericordia de nosotros
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REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
El segundo Domingo deIglesia Católica, la Iglesia Católica celebrará el Domingo de la Divina Misericordia, una fiesta que fue instituida por San Juan Pablo II y que nos recuerda que Cristo es la Fuente de la Misericordia.
La devoción al Señor de la Divina Misericordia congrega a millones de católicos que cada año expresan su amor y gratitud a Jesús, a través del rezo de novenas, de la Coronilla de la Divina Misericordia, procesiones, entre otras prácticas religiosas.
Esta devoción es muy extendida en todo el mundo, por las gracias especiales que el Señor concede a sus fieles devotos. No obstante, su importancia radica en recordar el siguiente mensaje que el mismo Cristo nos transmitió:
Dios es Misericordioso y nos ama a todos “y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia”, escribió Santa Faustina en su diario.
La celebración de esta fiesta se origina en las revelaciones privadas de Cristo a la religiosa polaca Santa Faustina Kowalska en el pueblo de Plock, en Polonia, en el año de 1931. Durante las apariciones, el Señor Jesús le transmitió una serie de mensajes sobre el significado de su Divina Misericordia y le encargó difundir su devoción por el mundo.
Entre otras cosas, ofrece una indulgencia plenaria: “para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo Pontífice (Juan Pablo II) ha establecido que el citado domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria para que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados, ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos.
La imagen de la Divina Misericordia fue revelada por Jesús mismo a Santa Faustina y Jesús mismo le pidió que se pintara. Luego el Señor le explicaría su significado y lo que los fieles alcanzarán con ella.
En la mayoría de las versiones Jesús se muestra levantando su mano derecha en señal de bendición, y apuntando con su mano izquierda sobre su pecho fluyen dos rayos: uno rojo y otro blanco.
“El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas. Toda la imagen es un símbolo de la caridad, el perdón y el amor de Dios, conocida como la «Fuente de la Misericordia».
La imagen de la Divina Misericordia representa a Jesús en el momento en que se aparece a los discípulos en el Cenáculo –tras su resurrección–, cuando se les da el poder de perdonar o retener los pecados. Ese pasaje se lee ese día porque incluye la aparición de Jesús al apóstol Tomás, en la que lo invita a tocar sus llagas. Este evento ocurrió en el octavo día después de la Resurrección y por ello se utiliza en la liturgia ocho días después de la Pascua.
Los sacerdotes tienen una facultad especial para administrar la Divina Misericordia. En Juan 20, 21-23 dice: “Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con ustedes. Como el Padre me envió, también yo los envío’. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos’”.
Debido a que están facultados con el Espíritu de Dios para hacer esto, su administración del perdón es eficaz: realmente elimina el pecado en lugar de ser solo un símbolo de perdón.
Jesús promete regresar en gloria a juzgar al mundo en el amor, como claramente lo dice en su discurso del Reino en los capítulos 13 y 25 de San Mateo. “Estoy prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen este tiempo de Mi visita”. “Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia”. (Diario 1146)
Víctor Martínez piensa que es importante confiar en la Misericordia de Dios y pedirle perdón, pero de la misma manera debemos aprender a pedir perdón al hermano y perdonar a todo el que nos haya ofendido.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes como cortesía de la Fundación Farach.
Hasta la próxima.