El final de Tres Leyendas de Colores
Por Augusto Álvarez
La DEA, en Estados Unidos, en el tiempo que esa agencia antinarcóticos establece para investigar, ya concluyó el caso de César Emilio Peralta (El Abusador).
Y se conforma la triada, es decir, Estados Unidos, consciente de que aquí se entiende el idioma de Cervante, nos trae lo que conforma las Tres Leyendas de Colores (¿casos de la realidad?), que integran David Figueroa Agosto, Quirino Ernesto Paulino Castillo y César Emilio Peralta (El Abusador).
¿Temores generalizados? ¿A quiénes delató antes de declararse culpable de invadir con sustancias prohibidas a Estados Unidos?
Temer es de humano, de ahí el nerviosismo, que aún no aflora en el círculo de amigos que “El Abusador” conformó, convencidos de que, al igual que Quirino, el hombre regresará y reclamará cuentas claras.
De seguro “El Abusador” obtendrá las mismas condiciones que su compatriota Elías Piña, no obstante dependerá de cómo cooperará con la DEA.
Figueroa Agosto
Una novela que prolongó la DEA en una prisión de máxima seguridad, en Puerto Rico, protagonizada por David Figueroa Agosto, y que la bien formada seguridad dominicana no supo olfatear.
¿Qué no olfateó? Al agente especial destinado por Estados Unidos para penetrar a beneficiarios del narco en las estructuras del poder en la patria de Duarte.
Y los expertos y bien formados cuadros de la seguridad nacional, se creyeron que Figueroa Agosto, con una condena de 200 años, había escapado de una prisión federal, sin que los sabuesos se interesan en capturarlo.
Ya apresado y en poder de los investigadores de aquí y de Estados Unidos, sin rasguños, Figueroa Agosto llega a la isla, de ahí conducido a otro estado, juzgado y disfrutando de su libertad ¿con nuevo destino?
Tres Leyendas de Colores.