El misterio de las bendiciones

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REFLEXIONES…

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Jamás me imaginé cuando empecé hace ya nueve años a escribir cada día mis Mensajes de Amor inspirados por el Espíritu Santo, que iba a conocer el misterio de las bendiciones.

Escuchar ¡Que Dios te bendiga! es algo muy común, cuando usamos esta expresión estamos diciéndole a la otra persona: “Deseo que Dios te dé todo tipo de cosas buenas, que Él te proteja, te guíe, te dé paz y te multiplique lo que quieres, en todas las áreas de tu vida. Es recordar que Dios siempre nos bendice y está con nosotros”.

Recibir más de 50 bendiciones cada día por WS es una ardua tarea que, aunque en un principio me cansaba, empecé a valorar lo que significa que una innumerable cantidad de personas todos los días pongan su mente y su corazón en ti para desearte cosas buenas. Son muchas las personas que reenvían los mensajes a grupos que tienen en sus móviles, esto ha sido una cadena interminable que ha estado dando la vuelta al mundo, Bendito y Alabado sea Mi Señor, Él no se equivoca y sabe cómo ingeniárselas para tocar los corazones.

Si envío a más de 10,000 personas cada día los mensajes, es lógico que alrededor del 1% te responda con un stickers, una pregunta, una preocupación o un simple Dios te bendiga, esto sin contar aquellos hermosos escritos que de vez en cuando llegan como retroalimentación, que me obligan a controlar mi ego, pero me incentivan a seguir adelante con la forma tan peculiar de llevar a Dios a todos esos corazones.

Que Dios te bendiga Víctor Martínez, ha sido esta frase la que, no solo ha aumentado mi fe en estos últimos años, sino la que me ha dado salud, paz, bienestar, protección, me ha hecho sentir amado y muy cerca del Señor, es más, me ha llevado a ser mejor persona.

Son estas las razones por las que no he dejado de hacer lo que hago, a pesar de que algunas personas, muy pocas, con su indiferencia, con sus opiniones, con sus sugerencias de que deje de enviar mensajes todos los días que cansan a la gente, han tratado de desanimarme, pero como la tecnología te da la oportunidad de bloquear o borrar a quien no quieres en tu móvil, he hecho caso omiso. Y… cómo nadie es profeta en su propia tierra, como dijo el Señor, ya no me molesta que los más cercanos no me escuchen.

Gracias, amigos, gracias a todos los que me han estado escuchando, y me desean tantas cosas buenas, aunque no me lo digan, gracias por los que oran por mí, sé que unos se van y otros llegan, y que algunos regresan, sean todos bienvenidos a los caminos del Espíritu Santo.

Que Dios los bendiga a todos, bendiga sus hogares, bendiga sus parejas, bendiga a sus hijos, bendiga a sus padres, a sus hermanos, a sus amigos. ¡Ah y a sus enemigos!, si los tienen.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes como cortesía del Ing. David Peláez.

Hasta la próxima.